El chavismo no admite disidencias ni pensamientos propios. Nada es voluntario, todo es obligado. Incluso el “Día de salario por la Revolución” que el PSUV anuncia como el desprendimiento del pueblo seguidor de Chacumbele de un dinerito es forzado
En revolución, la bota se impone. El chavismo no admite disidencias ni pensamientos propios. Nada es voluntario, todo es obligado. Incluso el “Día de salario por la Revolución” que el PSUV anuncia como el desprendimiento del pueblo seguidor de Chacumbele de un dinerito es forzado.
Ya Jorge puso el suyo, un día de 500 bolívares fuertes, demostrando que la Ley de Emolumentos se la pasan por el fajo… de billetes. Ahora a seguir el ejemplo que (el alcalde de) Caracas dio y cada quien bájese de la mula, así no quiera. Ratificamos lo publicado en este diario hace varias semanas, el PSUV se financia con bolsillo ajeno, al que desvalijan sin poder chistar.
La campaña de Chacu no es “el corazón de la Patria”, como dice su eslogan, sino el bolsillo del Pueblo. Ya no se trata de un Cadivi, que limita usar el dinero de cada quien, sino de un vulgar robo institucional, como demuestra el aviso colocado en las instalaciones del Ministerio para las Comunas (del que Idena es un ente adscrito).
TalCualDigital
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