ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
El régimen revolucionario del presidente venezolano Hugo Chávez está dispuesto a jugar todas las cartas para mantenerse en el poder y sería un error confiar en la dudosa disposición de la cúpula militar de hacer respetar los resultados de los comicios de octubre en caso de que éstos favorezcan a la oposición, alertó un grupo de notables que incluye algunos ex cercanos colaboradores del mandatario.
En un agudo análisis político sobre los distintos escenarios que podrían presentarse este año en Venezuela, la agrupación denominada “Polo Constitucional” advirtió que Chávez está consciente de que el cáncer que padece también amenaza con herir de muerte a la revolución socialista que adelanta y que no puede darse el lujo de que transcurran seis años de un gobierno de la oposición para consolidar su proyecto.
La agrupación que emitió el documento está conformada por ex ministros, ex legisladores y otros antiguos altos funcionarios que cuentan con un detallado conocimiento sobre la realidad del país. Algunos de ellos fueron estrechos colaboradores del mandatario antes de que se apartaran de su proyecto político al detectar sus inclinaciones autoritarias.
“La posibilidad de aceptación de un resultado desfavorable, aún con una diferencia evidente [a favor de la oposición], es altamente improbable, o nula, para una persona que sabe que no tendrá otra oportunidad de realizar su proyecto político por razones de su enfermedad”, advirtió el estudio.
“¡Es ahora o nunca para él! Así que seguramente recurrirá a algún pretexto o cualquier accionar extremo”, resaltó el documento.
Los autores del estudio señalaron que la oposición venezolana, agrupada bajo la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se encuentra en su mejor momento para derrotar a Chávez en las urnas.
Pero advirtieron que las fuerzas democráticas del país deambulan por escenarios sumamente enrarecidos por el convencimiento oficial de que una derrota electoral constituiría el fin de la llamada Revolución Bolivariana y la penetración del narcotráfico en los más altos círculos de las Fuerzas Armadas.
También alertó que la oposición debe estar preparada para salir a defender el voto en el muy probable escenario de que el gobierno de Chávez pretenda desconocer los resultados.
Según el documento, el riesgo de que el gobierno intente robarse las elecciones está casi asegurado si el candidato presidencial de la oposición, Henrique Capriles, gana los comicios presidenciales del 7 de octubre por estrecho margen.
“El régimen ha mostrado una clara determinación de no entregar el poder ni reconocer nada distinto a la continuidad de su proyecto político. HC [Hugo Chávez] ha expresado repetidamente que la oposición no volverá, y que más nunca volverá a Miraflores. Los mensajes de algunos jefes militares y otros indicios traducen una voluntad de poder que va más allá de la constitución y de las leyes”, resaltó el documento.
“El escenario de una victoria electoral de la MUD sería por margen estrecho, en este caso HC casi seguramente presionará al CNE para que manipule las cifras a su favor, lo que constituiría un fraude con visos de legalidad”, añadió.
Según el “Polo Constitucional”, el gobierno está preparando el terreno para ejecutar el fraude electoral al establecer la matriz de opinión de que la oposición planea desconocer los resultados.
Esas advertencias, formuladas en repetidas ocasiones por el propio Chávez, buscan desarticular las denuncias que seguramente serían expresadas por la oposición cuando detecte que le robaron los votos.
“En ese momento HC recordaría sus advertencias previas, para descalificar y desestimar los reclamos de la oposición tildándolos de desestabilizadores […] ¡Simple, pero sólida estrategia de anticipación!!”, señaló.
Incluso si Capriles gana la elección por amplio margen, los autores del informe advirtieron que no hay garantías de que Chávez acepte el resultado, aunque hacerlo significaría desprenderse definitivamente de la fachada democrática que el régimen ha tratado de mantener a lo largo de los últimos años.
En un escenario de confrontación, el gobierno socialista también podría declarar un estado de excepción, en el que las autoridades y los organismos estatales continuarían operando pero en el que quedarían suspendidos los derechos constitucionales.
Y en un caso extremo, el gobierno optaría por ejecutar formalmente un golpe de Estado, contando con el respaldo de los altos mandos de la Fuerza Armada Nacional, a fin de organizar una nueva estructura del gobierno que permita sostener indefinidamente la hegemonía chavista.
El documento advirtió que en ese escenario de confrontación, el régimen podría hacer uso de los distintos grupos armados que han entrenado para actuar como frentes de guerrilla urbana. Algunos de ellos son ampliamente conocidos por la sociedad venezolana e incluyen organizaciones como “La Piedrita”, “Los Tupamaros” y la Fuerza Guerrillera Unica.
“Hay un sector del chavismo adiestrado para el uso de la violencia […] Los actos de violencia en la UCV [Universidad Central de Venezuela] con motivo de la derrota electoral del chavismo el 14 diciembre del 2011, son un claro indicio de la posible actitud del chavismo de perder elecciones del 7 de octubre”, señaló.
Por otro lado, los autores del informe dijeron temer que no hay garantías de que de las Fuerzas Armadas, bajo control de su actual cúpula, salgan en defensa de la voluntad manifiesta a través del voto.
El documento advirtió que las labores de ideologización dentro de las Fuerzas Armadas a favor del socialismo y del gobierno, han ido en aumento en los últimos años y que la máxima cúpula militar está vinculada con el proceso que adelanta Chávez.
Otro elemento de preocupación es la presunta vinculación de oficiales de alto rango con el narcotráfico.
“Los hechos recientes que señalan la imbricación del narcotráfico con altos funcionarios civiles y militares del gobierno, son claros indicios del peligro real de que se esté constituyendo (o esté consolidado) un verdadero Narco-Estado”, señaló el documento haciendo referencia a las recientes confesiones del ex magistrado Eladio Aponte Aponte, quien acusó algunos de los oficiales más cercanos a Chávez de ser quienes controlan el tráfico de drogas en el país..
“La gravedad de la situación y sus consecuencias no pueden soslayarse ni pueden ser aceptadas en forma pasiva por los actores democráticos. Los funcionarios civiles y militares involucrados en actos ilegales, actuarán en cualquier escenario para aferrarse al poder sin otras consideraciones que sus intereses personales. Serán proclives a apoyar cualquier acción ilegal y/o golpe de estado para sobrevivir y mantener sus ‘privilegios’ ”, sostuvo.
Pese a ello, los autores del informe dijeron que es “fundamental” que la MUD comience a esbozar medidas disuasivas para evitar que la totalidad de las Fuerzas Armadas se coloquen al lado del gobierno de Chávez en caso de que éste intente desconocer la voluntad de la población.
“Se requiere de forma inmediata diseñar una política militar y de disuasión, preparar equipos de evaluación de cuadros militares y preseleccionar un equipo militar para la transición”, señaló.
El documento agregó que la oposición también debe estar preparada para salir a la calle con la población para defender el triunfo electoral, pero advirtió que las fuerzas democráticas podrían encontrarse con los colectivos armados y grupos violentos del oficialismo para reprimirlos.
“En esta situación, se requerirá de una verdadera unidad, coordinación y participación de todas las fuerzas democráticas”, dijo.
Estas acciones serían necesarias porque las elecciones de este año cobran una histórica trascendencia.
“Se juega el rescate de la democracia versus la implantación definitiva de un sistema totalitario comunista, es un verdadero juego SUMA CERO, es decir, el ganador toma todo. La gravedad de la situación es tal que se puede afirmar que se está jugando el destino de Venezuela por las próximas generaciones”, señaló.
El Nuevo Herald
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