JUAN O. TAMAYO/JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
Uno se pregunta: ¿se está desternillando de risa Fidel Castro mientras observa como los lectores de sus recientes comentarios estilo haiku tratan de hallarles pie y cabeza? ¿Está enviando mensajes serios, pero tenuemente velados? ¿O es que está simplemente gagá?
En crípticos párrafos que nunca pasan de 65 palabras, el ex gobernante cubano ha escrito sobre los yoguis, plantas comestibles, una crítica a Cuba hecha por un líder chino que murió hace 15 años, y un ex líder de la Alemania Oriental comunista que murió hace aún más tiempo.
Las délficas declaraciones de Castro han suscitado expresiones de estupor, chistes sobre su estado mental a punto de cumplir los 86 el 13 de agosto, y acrobáticos esfuerzos por parte de sus partidarios de explicar sus extrañas palabras.
“Respeto todas las religiones aunque no las comparta. Los seres humanos buscan una explicación a su existencia, desde los más ignorantes hasta los más sabios. La ciencia busca constantemente explicaciones de las leyes que rigen el universo. En estos instantes lo ven en momento de expansión, iniciado hace alrededor de 13 700 millones de años”, escribió el martes en una nota publicada por websites del gobierno.
“Los yogas [sic] hacen cosas con el cuerpo humano que escapan a nuestra imaginación. Están allí, ante nuestros ojos, a través de imágenes que llegan instantáneamente desde enormes distancias, a través de Pasaje a lo Desconocido”, señaló en otra entrada, de 35 palabras, publicada horas antes.
Un website progubernamental trató luego de explicar que el párrafo era un elogio de “Pasaje a los desconocido”, un programa de la televisión y radio cubana al que sirve de animador Reinaldo Taladrid, viejo amigo de Castro, y que a veces trata de temas delicados como la escasez de comida.
Pero algunas de las otras minicolumnas que empezó a escribir el 10 de junio — en contraste con las largas “reflexiones” que escribía antes, y sus famosos discursos, aún más largos —han sido más duros de pelar.
Uno se refirió, sin explicaciones, a un “insulto” a Cuba por el reformador económico de China Deng Xiaoping, quien murió en 1997, y otro elogió al ex líder de Alemania Oriental Erich Honecker, quien murió en 1994.
La entrada sobre Honecker mencionó además a una persona no identificada que “vendió su alma al diablo por unas pocas líneas de Vodka [sic]”, y que se han interpretado como una posible referencia a Boris Yeltsin, Mijail Gorbachov o incluso su propio hermano Raúl Castro, un rusófilo cuyo amor al vodka es conocido.
Castro usó otra columna de un párrafo para elogiar la moringa, una planta comestible oriunda de la India, “fuentes inagotables de carne, huevo y leche, fibras de Seda [sic] que… son capaces de suministrar trabajo a la sombra y bien remunerado, con independencia de edad o sexo”.
Los analistas de Cuba no se ponen de acuerdo en qué hay detrás exactamente de la aparente decisión del ex gobernante cubano de escribir entradas cripticas de un solo párrafo y dejar de un lado aparentemente sus largas tiradas.
El analista de Miami Eugenio Yáñez escribió que Castro, quien cedió el poder tras una operación de emergencia en el 2006 y fue sucedido oficialmente por su hermano menor Raúl Castro en el 2008, está tratando de llamar la atención para mantenerse en el candelero.
Castro, “como mediocre vedette de farándula superficial y barata, necesita sentirse en el centro de las candilejas, aunque ya solamente pueda ganarse chiflidos y abucheos a estas alturas”, escribió Yáñez en una columna de Internet.
En lugar de escribir columnas más largas para exponer sus “insensateces, senilidad, ignorancia o cinismo”, añadió, Castro está alcanzando ahora “una concentración de dislates por renglón que le envidiarían reconocidos ignorantes como… Lázaro Barredo, el director de Granma”.
Más en serio, Marzo Fernández, ex economista del gobierno que vive ahora en Miami, dijo que las minicolumnas podrían ser una manera de mostrar a los cubanos que Castro, quien no ha sido visto en público desde la visita del Papa Benedicto XVI en marzo, estará viejo pero sigue vivo.
Castro todavía conserva poder político, y “lo necesitan vivo y cómplice” de todas las medidas económicas de mercado que Raúl Castro ha prometido implantar, añadió Fernández en un email a El Nuevo Herald.
Fernández, en una columna más ligera publicada la semana pasada, escribió que él simplemente no entiende qué trataba de decir Castro en sus minicomentarios, y añadió que si Castro estuviera en Miami, “les aseguraba que le estaba dando a las ‘sales de baño’”.
Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano Americanos de la Universidad de Miami, dijo que Castro “evidentemente no se siente lo bastante coherente como para escribir artículos más largos”. De modo que las columnas más breves son “un modo de mantenerse en las candilejas, algo que a él siempre le ha encantado”.
El bloguero de Miami nacido en Cuba Emilio Ichikawa señaló que las columnas cortas eran “una reducción lógica” porque de hecho muchas de las largas columnas recientes de Castro no eran más que uno o dos párrafos enmarcando citas interminables de otras fuentes.
Y Phil Peters, experto en Cuba del Instituto Lexington, ubicado en los suburbios de Washington, bromeó en una entrada de Internet que tal vez Castro “se está entrenando para Twitter”, que limita a sus usuarios a 140 caracteres.
El Nuevo Herald
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