martes, 6 de noviembre de 2012

Los puntos sobre las íes/VenEconomía 05nov12

 Por: VenEconomía
Aprender de los errores (propios y ajenos) y conocer la historia es lo que marca la diferencia entre dar vueltas en círculos o avanzar evitando tropezar siempre con la misma piedra.

Se han logrado evidentes avances en cuanto a unidad, mensaje e impulso de liderazgos naturales que ha tenido el sector democrático venezolano que se opone al proyecto castrocomunista de Hugo Chávez. Pero, todavía queda mucho por hacer para imponer el respeto a la institucionalidad democrática y las libertades ciudadanas en el país. Ciertamente es una tarea harto difícil, por tratarse de un contrincante que no respeta norma constitucional o legal alguna, que tiene secuestrados los poderes del Estado, y que dispone a discreción y con descaro de ingentes recursos.
Entre los caminos que le quedan a la Unidad Democrática para balancear tan desiguales condiciones estaría, entre otros, resolver “el falso dilema de denunciar o callar las irregularidades del CNE”, como expresó el coordinador de la Unidad de Apoyo a las Elecciones Regionales de la MUD, Antonio Ledezma.
A casi un mes de los comicios del 7-O y a 41 días de las elecciones de gobernadores y consejos legislativos regionales del 16-D, la Mesa de la Unidad, el Comando Venezuela y el candidato Henrique Capriles Radonski no solo no han dado una explicación de lo qué llevó a no lograr los objetivos de conquistar la Presidencia de la República sino que tampoco están informando cabalmente sobre la vulneración por parte del CNE de las garantías electorales que impone la Ley.
A la dirigencia de la Unidad Democrática le corresponde desmontar con contundencia la creencia de que el voto no es secreto. El Gobierno ha promovido esta percepción para coaccionar y entubar el voto de los electores beneficiarios de misiones, empleados públicos y contratistas del Estado. Una convicción que fue reforzada por el aparataje publicitario del Gobierno y por el Centro de Información al Elector (CIE). De allí la importancia de exigir que se elimine este CIE, e impedir que, como anunció el CNE, se aumenten las máquinas de esta estación. En caso contrario, que se les permita a los comandos de la Unidad Democrática igual acceso a la información del CIE, pues es de esperar que las organizaciones políticas de la MUD tengan también potencialidades de movilización de su militancia.
Imprimir igual contundencia para promover el voto. La abstención es promovida hábilmente por el oficialismo, pues ella juega a su favor en las regiones donde la oposición tiene mayor potencial de electores.
Rechazar la migración fraudulenta de electores de sus centros de votación, y exigir que se anulen las mismas. Es ilegal y sienta un nefasto precedente. Hay que agotar las vías institucionales y dejar las diligencias bien documentadas.
Ejercer igual acción al cambio de la tarjeta electoral de última hora y fuera de lapso legal, para incluir a un candidato de Chávez.
Exigir que se eliminen los “coordinadores de centro”, seleccionados a dedo por el CNE dentro de las fichas del PSUV para imponerse a los miembros de mesas (únicos funcionarios contemplados en la Ley para ordenar el proceso electoral en sus respectivas mesas) y coaccionar a los electores.
Antonio Ledezma dio en el clavo cuando afirmó que “sí se hacen los señalamientos de las anomalías correspondientes, la gente en vez de abstenerse acudirá a votar bajo protesta". Callar es otorgar, generar desconfianza y promover la abstención.


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