El poeta y filósofo Néstor Francia que se había mostrado tolerante, se contagió del odio rojo. En su opinión los espacios del Estado venezolano, es decir de todos los ciudadanos, son propiedad del actual gobierno y por ende exclusivos para que en ellos puedan tener presencia únicamente quienes apoyan incondicionalmente al caudillo de Sabaneta
La intolerancia sigue vigente en el canal del PSUV, antes conocido como Venezolana de Televisión. En días muy recientes, Néstor Francia, poeta y filósofo, y quien en ocasiones había mantenido posiciones más tolerantes, desde su espacio la talanquera dio muestras de haberse contagiado de su antiguo compañero de programa, Mario Silva, y le brotó el fascismo que lleva por dentro.
En su opinión los espacios del Estado venezolano, es decir de todos los ciudadanos, son propiedad del actual gobierno y por ende exclusivos para que en ellos puedan tener presencia únicamente quienes apoyan incondicionalmente al caudillo de Sabaneta.
Le molestó sobremanera que en la Galería de Arte Nacional se vaya a presentar una muestra del caricaturista y artista plástico Abilio Padrón, quien no comparte los propósitos y programa de la revolución bonita, por lo cual no tiene derecho, es lo que expresó Francia, de mostrar su trabajo en una institución estatal.
Además de convertirse en un repentino crítico de arte, cuestionando sin tener autoridad para ello el trabajo de Padrón, el conductor de La Talanquera le hizo una especie de advertencia a quienes dirigen la referida galería para que tuvieran cuidado de darle espacio a personajes tan poco confiables para la revolución.
A Francia le molestó, en particular, una caricatura publicada en este diario. Se puso en la misma onda de la defensora del chavismo, Gabriela Ramírez, quien planteó la necesidad de que los humoristas y caricaturistas fueran más recatados. La libertad de expresión, definitivamente, no les gusta.
TalCualDigital
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