Por: VenEconomía
Tal vez parezca que no existe diferencia alguna entre la precampaña electoral que puso en marcha el oficialismo desde diciembre (y que recrudeció en los actos funerarios de Hugo Chávez) y el inicio de la pautada por el Consejo Nacional Electoral para este martes 2 de abril.
Sin embargo, para VenEconomía ahora es cuando se desatarán los demonios del castrocomunismo para afianzarse en el poder, debido a que la carrera presidencial luce actualmente mucho más cerrada y el oficialismo ya no tiene la holgada ventaja que ostentaba semanas atrás.
Desde el Nuevo Herald ha trascendido que, según sondeos propios del oficialismo, Nicolás Maduro genera una opinión negativa en sus cuadros militantes por el mal manejo del tema económico y las mentiras sobre la salud y muerte de Chávez lo que, según se dice, se refleja en una caída de nueve puntos en la intención del voto a favor de Maduro registrada en las tres últimas semanas.
Por otro lado, en la calle se percibe que Henrique Capriles Radonski viene cobrando una fuerza que luce incontenible. En estas tres semanas transcurridas desde su lanzamiento como candidato de la Unidad Democrática, Capriles ha recibido un cálido y esperanzador baño de masas en todos los 17 estados que ha visitado, así como en la caminata nocturna de este lunes realizada simultáneamente en Caracas y 19 ciudades de la República en protesta contra la inseguridad.
Además la estrategia de campaña que viene adelantando Capriles está acertadamente soportada en: 1) Afianzar la unidad y más unidad. 2) Romper la vinculación de imagen de Maduro con Chávez, y bajarlo del pedestal (“¡Nicolás, tu no eres Chávez!”). 3) Establecer la co-responsabilidad de Maduro en el desastre económico y social del país (Para muchos de sus seguidores Maduro es uno de los responsables de obstaculizar las supuestas buenas intenciones del comandante). 4) Focalizar el mensaje en los puntos clave que afectan al ciudadano (inseguridad, escasez de alimentos y medicina, altos precios, entre otros). 5) Desmontar el discurso del odio y de exclusión. 6) Demostrar que la unidad democrática no se dejará amilanar por el ventajismo; el abuso de los poderes del Estado al servicio del castrocomunismo, en especial la sumisión del Consejo Nacional Electoral; las ilegalidades ni las jugadas sucias y antidemocráticas dictadas desde el régimen cubano.
Un claro indicio de que la campaña de Capriles tiene preocupado al oficialismo es que el régimen está implementando nuevas maniobras no democráticas en su defensa, entre ellas, la que está denunciando el diputado Alfonso Marquina ante el CNE, la Asamblea Nacional y el país, así como en las instancias internacionales: el “Plan Cohesión” que activaría a la Fuerza Armada como brazo armado y logístico del PSUV en estas elecciones. Entre otras, el plan incluiría órdenes a las milicias bolivarianas y a la Guardia del Pueblo (es decir, la Guardia Nacional) para que movilicen electores a favor de Nicolás Maduro el día de la elección.
El cambio y fuera lo dará el voto masivo y activo del elector el 14 de abril.
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