Para nadie es un secreto que Venezuela depende de las importaciones para satisfacer la demanda de bienes básicos. Tampoco es un secreto que la actual crisis por la escasez de esos bienes básicos se debe primordialmente a la falta de divisas para importarlos.
Una de las razones de que no haya divisas para la compra de esos bienes y productos básicos son los traspasos indiscriminados, de forma opaca y sin control que el Banco Central de Venezuela (BCV) y Petróleos de Venezuela (PDVSA) han realizado desde 2005 al Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), un ente manejado por Jorge Giordani.
Resulta que según informes oficiales para este primer trimestre de 2013 el total de las “contribuciones” acumuladas al Fonden, gracias al BCV y PDVSA, llegó a los $102,6 millardos, los cuales supuestamente se invertirían en proyectos de desarrollo prioritarios tales como los metros de Caracas, Los Teques, Valencia y Maracaibo, la red ferroviaria, la infraestructura vial, el sistema eléctrico nacional, el plan de viviendas y la red hospitalaria, entre otros.
Pero en realidad, no se sabe cuál ha sido el destino de estos $102,6 millardos. Sí, es cierto que se ven muchas instalaciones a medio concluir. Pero, Fonden es una caja negra. Fonden no informa.
Sin embargo, en la Memoria y Cuenta del Ministerio de Petróleo y Minería que cita los “proyectos principales” del Fonden, llama poderosamente la atención que el total de éstos sea tan solo de $13 millardos. ¿Será que los $87 millardos restantes corresponden a proyectos NO importantes? ¿Cuáles? ¿En dónde?
También llama la atención que en un balance y estado de ganancias y pérdidas muy resumido (no auditado y sin notas) que publicó Fonden en Últimas Noticias, se indica que sus activos totales suman Bs.113 millardos, un equivalente a $26 millardos. ¿Cómo se explican estos pírricos activos en un Fondo que ha recibido más de $102 millardos? ¿Dónde fueron a parar los $76 millardos restantes?
¿Se esfumaron? ¿Andan por allí o por allá perdidos? ¿Cuál ha sido su destino?
¿Se lo llevaron en el pico los pajaritos de Cuba, Nicaragua o Bolivia? O ¿están anidando en las cuentas de conspicuos funcionarios del gobierno enriquecidos a costa del erario público y del bienestar del venezolano?
¿Por qué el gobierno no le explica al país dónde fueron a parar estos $76 millardos, monto que equivale a seis meses del Presupuesto del Gobierno Central?
Es imperativo que Maduro y su combo den una respuesta creíble sobre este importante tema. Particularmente porque si esos $72 millardos se hubiesen invertido en proyectos importantes los venezolanos hoy podrían tener hospitales bien dotados, escuelas en buen estado o una infraestructura vial sin el deterioro que existe en las principales autopistas y carreteras del país. Y, dicho sea de paso, no existiría la crisis de divisas que actualmente aleja de la mesa del venezolano los alimentos de su dieta diaria.
Rememorando un lema del expresidente Luis Herrera Campins en su campaña electoral cabe preguntar ¿y dónde están los reales?
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