SEBASTIÁN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Cuando los "revolucionarios" de pacotilla que nos gobiernan estaban en la oposición, aseguraban que quienes manejaban las empresas públicas lo hacían mal para justificar su privatización.
Les tocó en suerte demostrar que en sus manos dichas empresas serían un ejemplo de eficiencia, pero la realidad está demostrando, de todas las maneras posibles, que son peores administradores de las empresas públicas que los adecos y copeyanos.
La cosa ha llegado a tales extremos que a Maduro se le ocurrió realizar un taller al que llamaron de Máxima Eficiencia Socialista y en el cual participaron representantes de 120 empresas.
Salvo Pdvsa y alguna que otra, la inmensa mayoría de ellas dan cuantiosas pérdidas y dudamos que el referido taller sirva para revertir la tendencia. No crean que invitaron a Lorenzo Mendoza para que les explicara cómo hacer una empresa eficiente y que les sirva a los venezolanos. No. Uno de los más insignes participantes del evento fue el ministro de Energía y presidente de la petrolera nacional, Rafael Ramírez.
¿Alguien en sus cabales puede pensar siquiera que el susodicho puede explicar cómo se logra una empresa eficiente si la que preside produce cada día menos petróleo y le duplicó el personal? Otros que estuvieron en la cita son los que manejan las empresas de la CVG, todas ellas deficitarias.
Un buen ejemplo de lo malo que son los maduristas manejando empresas es Sidor. En manos privadas producía más de cuatro millones de toneladas de acero al año, ahora bajo la conducción "revolucionaria" de vaina pasa del millón.
Y qué decir de Lácteos Los Andes o de las empresas que comercializaban el café, todas en manos estatales. Pues los anaqueles de los abastos, mercados y automercados dan fe de que cada día producen menos.
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