SEBASTIÁN BOCCANEGRA/TalCualDigital
En Caracas se produjo un apagón que comenzó a la medianoche del lunes y se prolongó por más de 15 horas en una buena parte del área metropolitana. Sabemos que para los lectores del interior del país esto no es una novedad, pues la viven a diario. Pero en la capital no son tan comunes los apagones, aunque desde que la revolución expropió la Electricidad de Caracas, se han multiplicado estos incidentes.
También son repetidas las excusas que Jesse Chacón y los suyos ofrecen para justificar la falla en el servicio. Para variar, aseguran que el incendio que provocó el apagón fue intencional. Esta vez la culpa no se la echaron a una iguana o al rabipelao, como en otras oportunidades.
Sin embargo, los que somos caraqueños sabemos que todos los años durante el verano, estación en la que estamos, es normal, lamentablemente, que se generen incendios en el cerro El Ávila.
En el supuesto negado de que el incendio haya sido intencional, no sabemos por qué los bomberos no lograron controlar las llamas, pero menos entendemos por qué los autores de ese incendio no fueron capturados de inmediato, pues no está de más recordar que las instalaciones eléctricas están militarizadas desde hace un buen tiempo para impedir precisamente esos supuestos sabotajes.
De este último apagón se puede deducir que alguien no cumple con su trabajo: o los militares que deben vigilar o Chacón y los suyos que deben dar al sistema un mantenimiento adecuado. Claro, también es posible que ninguno de los dos atienda su labor. ¿Qué cree usted?
NI LO UNO NI LO OTRO, SINO TODO LO CONTRARIO, JAJAJA
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