martes, 25 de marzo de 2014

Oídos de los generales/Simón Boccanegra martes 25mar14

La voz de los periodistas fue escuchada dentro de la Comandancia de la GNB, pocas veces unos generales abren sus oídos, aunque en esta oportunidad bastante aprovecharon el tiempo para abrir la boca, rechazar, escurrir el bulto y hacer muchísimos "compromisos". Sin embargo, las agresiones a la prensa fueron dadas, con pruebas, a esos generales

SANTIAGO BOCCANEGRA/TalCualDigital
La voz de los periodistas fue escuchada dentro de la Comandancia de la GNB. Para ello hubo que marchar, protestar, alzar pancartas y tuitear bastante. De lo contrario, pocas veces unos generales abren sus oídos, aunque en esta oportunidad bastante aprovecharon el tiempo para abrir la boca, rechazar, escurrir el bulto y hacer muchísimos "compromisos". Queda pendiente saber si esto se va a cumplir. Sin embargo, las agresiones a la prensa fueron dadas, con pruebas, a esos generales.

Esos generales escucharon que no basta pedir responsabilidad en las redes, si tal cosa no le aplica a los funcionarios del gobierno, como la ministra Delcy Rodríguez y sus acusaciones alegres de "terroristas internacionales" que nunca fueron desmentidas por el comandante de la GNB, quien admitió que en Altamira aquél día se llevaron presas a "10 muchachitas".

No pocas veces los uniformados se pusieron anecdóticos, folklóricos, risueños. La herencia del "gigante" también incluye esquivar los picheos. Pero las voces fueron claras: la prensa se respeta, el derecho a la información también. Aquí no se busca satanizar, pero pedir respeto pasa por hacerse respetar.

Ojalá pronto se halle a los ladrones uniformados que se robaron el equipo de la fotógrafa italiana Francesca Commisari y luego lo ofertaron en Mercado Libre, como hubo el compromiso. Es uno de los tantos casos de detenciones y robo de equipos a periodistas.

Ojalá las palabras del general Hurtado se conviertan en llamado: está prohibido detener a los periodistas, en su amplia definición. Ojalá se imponga el respeto y el castigo al abuso. Ya basta de impunidad. Quienes estuvieron en esa reunión, quienes no y la sociedad completa se convierten ahora en vigilantes de que esos compromisos se cumplan.

La cita también sirvió para notar detalles en esa Comandancia General de la GNB. Por ejemplo, la cadena de mando la encabeza un muerto: el comandante "supremo". Sabrá alguien quién escucha o "canaliza" sus órdenes. Luego, el lugar está forrado de fotos y retratos de esa persona, legalmente apenas un expresidente. Hay que tenerlo claro.

Pero una de las cosas más destacadas fue leer en una paredes esta frase: "Yo soy soldado, y mi deber no me prescribe otra cosa que la ciega obediencia al gobierno, sin entrar a examinar la naturaleza de sus disposiciones", tomada de una carta de Simón Bolívar a Francisco de Paula Santander el 8 abril 1813.

¿"Obediencia ciega"? Curioso que lo asuman quienes afirman en la misma habitación respetar los derechos humanos "por encima de todo". Seguiremos viendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario