La ONG Soberanía publicó el jueves 3 de abril en su página web (www.soberania.org) un manifiesto, firmado por 17 de los más reconocidos economistas del país, en el que se detalla cómo se ha degradado la información económica y social oficial.
Este silencio informativo, no solo viola el derecho a la información veraz y oportuna de los ciudadanos, sino que además irrespeta el deber de los gobernantes y funcionarios públicos de rendir cuentas periódicamente a la Nación.
El manifiesto detalla cada uno de los entes que desde hace años incumple con sus obligaciones de informar. Estos van (1) desde la no publicación en las páginas web de cada ministerio de su respectiva Memoria y Cuenta anual que llevan a la Asamblea Nacional; (2) hasta las cuentas oscuras del Sector Público Consolidado donde, según el manifiesto de los 17 economistas, la degradación y el retraso son aún mayores, siendo que “la versión detallada de datos no se publica desde 2009 y la resumida no se publica desde 2011”.
Señalan, por ejemplo, que:
1) El “Fonden, que ha manejado más de $110 millardos entre 2005 y 2013, no reporta ordenadamente sus gastos ni el seguimiento a término de los proyectos que financia”.
2) El Bandes, en cuyo balance están registrados unos $20 millardos de deuda con China y que recibe unos $17 millardos anuales en pagos de China por el petróleo que Venezuela envía, solo publica semestralmente sus estados financieros, a pesar de estar “obligada por ley a publicar a más tardar el 15 de cada mes”.
3) Y en Cadivi, que desde 2012 dejó de reportar el monto de divisas asignada y desde hace más de un año no ha actualizado ni una sola de las estadísticas habituales. Además de explicar la grotesca omisión informativa y manipulación de cifras que emiten el Banco Central, PDVSA; el Ministerio de Petróleo y Minería, y el Instituto Nacional de Estadística.
Para VenEconomía este silencio informativo y la manipulación de la realidad económica y social es una política de Estado para sustentar al castrocomunismo: La ignorancia sobre lo que acontece y el engaño para crear falsas expectativas de buenos resultados económicos y sociales es lo que le ha facilitado el apoyo popular y vender la “revolución bonita” nacional y continentalmente.
Fue obvio, por ejemplo, que la táctica de retrasar las cifras de inflación en noviembre de 2013, hasta no asegurarse que la de diciembre era menor, fue para esconder la crisis que se gestaba. Como también es obvio que el gobierno no publicó el Índice de Escasez de febrero, porque esta se le fue de las manos, como indican los anaqueles vacíos y la tarjeta de racionamiento que comenzó a imponer en las redes de distribución del Estado.
Una prueba de las verdades manipuladas y mentiras descaradas del gobierno, la dio Nicolás Maduro en el artículo que rubricó en la sección de opinión del New York Times, en el que afirma, entre otras, que el Banco Mundial reivindica que en Venezuela disminuyó dramáticamente la pobreza. Lo que no informa Maduro es que el informe del Banco Mundial se basó en las manipuladas cifras oficiales.
Es de notar que la carta de Maduro muy apropiadamente fue fechada el 1º de abril, el Día de los Inocentes de los EEUU y Gran Bretaña.
Cabe puntualizar, que el Gobierno no solo oculta o manipula las cifras de la economía o los indicadores sociales, también tergiversa resultados electorales, o como se verá cuando la “Comisión de la Verdad”, constituida ayer por mismos que están al mando de quienes perpetraron las violaciones humanas en las manifestaciones de estos últimos 51 días, terminen diciendo que los asesinados por sus huestes violentas no están muertos, los torturados fueron acariciados y los detenidos solo fueron invitados a los centros de reclusión.
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