Por: VenEconomía 24may10
Este fin de semana los venezolanos fueron testigos de un deprimente Aló Presidente transmitido desde la obra del Ferrocarril Puerto Cabello-La Encrucijada, que se encuentra paralizada por la imprevisión y mala administración, que ha devenido en atrasos en los pagos a los contratistas.
Ante la parálisis de esta y otras obras, al Presidente no se le ocurrió otra cosa que instar de manera perentoria a las empresas contratistas extranjeras a autofinanciarse para concluir las obras.
Advirtió que no "pagará por adelantado" y que empresa que no se autofinancie no será bienvenida. Aseguró que no existen problemas de caja, pero que el Estado no puede con todo.
Hoy se pasa la factura al país por el lamentable deterioro de la industria petrolera, el desmantelamiento del sector productivo nacional privado y la ruina de las empresas básicas, lo que indudablemente ha desembocado en la crisis de caja que el Presidente niega con palabras, pero confirma con acciones.
Otro de los hechos que deja ver el aprieto económico en que se encuentra el gobierno, son los compulsivos decomisos de alimentos que van a parar a la red de distribución de alimentos del gobierno, Mercal, PDVAL y los recién expropiados Éxito, hoy Supermercados Bicentenario. El jueves le fueron decomisadas a Empresas Polar 120 toneladas de alimentos de sus bodegas en la zona industrial tres de Barquisimeto, por supuestas inconsistencias en sus registros de inventarios.
El decomiso fue efectuado por la GN, al mando del general Luis Bohórquez Soto, uno de los militares inscritos en el PSUV, según denunció días antes Rocío San Miguel. El cargamento fue inmediatamente enviado a la red de distribución de alimentos del gobierno, dejando sin mercancía a decenas de detallistas de la zona.
El sábado también le fueron decomisados a la empresa dos camiones de suministros cuando llegaban a la Isla de Margarita. Para rematar, el domingo el presidente ordenó a la Fiscalía iniciar una investigación contra la empresa y de ser necesario tomarla si esta "sigue acaparando".
También la semana pasada, fue tomada por el Indepabis por un lapso de 90 días, Friosa, empresa mayorista de Puerto Ordaz que surte a más de 5 mil pequeños y medianos comercios del Edo. Bolívar.
Aparte de su ideología comunista, la crisis de caja del gobierno parece ser el motivo de las más recientes confiscaciones, tomas de empresas y amenazas a los contratistas de obras. Pareciera que al gobierno le faltan recursos para seguir importando a manos llenas los alimentos que se han dejado de producir internamente, ni hablar para concluir obras.
Cabe pensar que se trata de un esfuerzo desesperado para encontrar chivos expiatorios para encubrir el cúmulo de desaciertos del gobierno.
Este comportamiento servirá tan sólo para empeorar la situación de todos los venezolanos, ya que conducirá a la muerte de las pocas empresas que aún producen.
Ante la parálisis de esta y otras obras, al Presidente no se le ocurrió otra cosa que instar de manera perentoria a las empresas contratistas extranjeras a autofinanciarse para concluir las obras.
Advirtió que no "pagará por adelantado" y que empresa que no se autofinancie no será bienvenida. Aseguró que no existen problemas de caja, pero que el Estado no puede con todo.
Hoy se pasa la factura al país por el lamentable deterioro de la industria petrolera, el desmantelamiento del sector productivo nacional privado y la ruina de las empresas básicas, lo que indudablemente ha desembocado en la crisis de caja que el Presidente niega con palabras, pero confirma con acciones.
Otro de los hechos que deja ver el aprieto económico en que se encuentra el gobierno, son los compulsivos decomisos de alimentos que van a parar a la red de distribución de alimentos del gobierno, Mercal, PDVAL y los recién expropiados Éxito, hoy Supermercados Bicentenario. El jueves le fueron decomisadas a Empresas Polar 120 toneladas de alimentos de sus bodegas en la zona industrial tres de Barquisimeto, por supuestas inconsistencias en sus registros de inventarios.
El decomiso fue efectuado por la GN, al mando del general Luis Bohórquez Soto, uno de los militares inscritos en el PSUV, según denunció días antes Rocío San Miguel. El cargamento fue inmediatamente enviado a la red de distribución de alimentos del gobierno, dejando sin mercancía a decenas de detallistas de la zona.
El sábado también le fueron decomisados a la empresa dos camiones de suministros cuando llegaban a la Isla de Margarita. Para rematar, el domingo el presidente ordenó a la Fiscalía iniciar una investigación contra la empresa y de ser necesario tomarla si esta "sigue acaparando".
También la semana pasada, fue tomada por el Indepabis por un lapso de 90 días, Friosa, empresa mayorista de Puerto Ordaz que surte a más de 5 mil pequeños y medianos comercios del Edo. Bolívar.
Aparte de su ideología comunista, la crisis de caja del gobierno parece ser el motivo de las más recientes confiscaciones, tomas de empresas y amenazas a los contratistas de obras. Pareciera que al gobierno le faltan recursos para seguir importando a manos llenas los alimentos que se han dejado de producir internamente, ni hablar para concluir obras.
Cabe pensar que se trata de un esfuerzo desesperado para encontrar chivos expiatorios para encubrir el cúmulo de desaciertos del gobierno.
Este comportamiento servirá tan sólo para empeorar la situación de todos los venezolanos, ya que conducirá a la muerte de las pocas empresas que aún producen.
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