Con lágrimas en los ojos María Cristina Beltrán relata que sus huéspedes no
pagan y no tiene dinero para cancelar los servicios (Venancio Alcázares)
Doce pensiones de Libertador están en manos de sus inquilinos
JORGE HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
En el hospedaje Vilika (Nro 17) de la calle El Molino de Ruperto Lugo, la señora de servicio terminó apoderándose de la habitación de su dueña, María Cristina Beltrán, quién ahora vive con su esposo y sus cuatro hijos en su lugar de trabajo.
Beltrán compró hace cinco años el inmueble a Ramón Toplak y a Marisela Vilika Jehart tras la aprobación de un crédito que le otorgó Banesco y pagó durante cinco años sin comprarse zapatos ni ropa. El hospedaje fue construido en terreno propio hace 40 años.
Los problemas en el inmueble Vilika comenzaron el 8 de enero con la llegada al lugar de Marco García, coordinador del Frente de Resistencia contra los Desalojos Arbitrarios y de Rosario Carbonó, miembro de esa organización que actúa, según García, con la Presidencia.
"El 8 de enero llegaron García y Carbonó, rompieron la puerta e ingresaron a mi casa con Yasmín Díaz (embarazada) y sus tres hijas", relata Beltrán. Ese día, la propietaria del hospedaje supo que su ex empleada de mantenimiento fue quien promovió la toma de su propiedad, y de su habitación, tras trabajar para ella solo tres meses.
Díaz, además, fue la concubina de un sobrino de María Cristina Beltrán. "Ella trabajó en mi hospedaje, pero cuando quise entregarle recibos de pago y hacerle un contrato de trabajo se negó", asegura.
Algunos huéspedes de Ruperto Lugo señalan que Díaz alegó que no tenía dónde vivir, mientras que Beltrán relata que la empleada le dijo que por qué no le daba un cuarto.
La toma de la pensión en Ruperto Lugo se suma a las de otras 12 pensiones que están en poder de sus inquilinos con apoyo del Frente contra Desalojos en el municipio Libertador.
"No sé cuánto tiempo podré vivir en mi lugar de trabajo en La Pastora. Es un hospedaje a donde decidí vivir con mi esposo y mis cuatro hijos para protegerlos de las amenazas, agresiones de huéspedes e invasores. Allí no se estaba desalojando a nadie, ni se vive en malas condiciones", resalta.
Hace mes y medio Marco García le informó a Beltrán que había conseguido un lugar para que viviera "su invasora".
"Fui al Frente contra Desalojos y me tranquilicé. Allí me informaron que cada quien buscara casa por su cuenta. García nunca me atendió y al final a mi ex empleada no la reubicaron, volvieron a romper la puerta de mi casa y se metieron", afirma.
Beltrán denunció su caso en la Defensoría y allí le aconsejaron que le pagara una semana de hotel a Yasmín Díaz mientras solventaba su problema de vivienda. "El 27 de enero le pagué Bs 948 en el Hotel Boston de El Silencio, pero el Frente contra Desalojos le prohibió a Díaz salir de mi cuarto. Denuncié mi caso en Fiscalía (Expediente 01-FM3-068-2011) y en Inquilinato, pero nadie actúa contra los 19 huéspedes, a quienes García les ordenó no pagar el alquiler hasta tanto no firme sus actos ilegales. Están a punto de cortar los servicios del hospedaje y no tengo dinero", dice. Beltrán denuncia que hay anarquía total con los derechos de los propietarios. "Huéspedes e invasores siguen en mi casa y yo en la calle (lágrimas)". El Universal intentó contactar a Díaz, pero ayer solo estaban sus hijas en el cuarto que habita.
lei esta noticia cuando estuve parando en un hotel en rosario. pobre señora, debe estar pasandola re mal con todo este asunto
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