Un hombre kazajo de 52 años se encuentra hospitalizado en estado grave en Madrid después de que tomara un cuchillo para cortarse el miembro y así alargar su proceso de extradición
Redacción/El Gráfico/Ciudad de México
Un ciudadano kazajo, 52 años, quien sería extraditado el 24 de agosto por las autoridades españolas, decidió seccionarse el miembro con un cuchillo para alargar su proceso, sin embargo jamás imaginó que esta decisión lo tendría al borde la muerte en un hospital de Madrid:
"No es habitual que los extraditados se lesionen para impedir volver a su país, pero está claro que en las cárceles de su país viven mucho peor que en las españolas", declaró un portavoz del sindicato Acaip.
Fuentes médicas explicaron que cuando se presentan este tipo de traumatismos no suelen practicarse reimplantes, sobre todo cuando son autolesiones, porque "se trata de una operación relativamente complicada y en territorio sucio, por lo cual existen muchas posibilidades de infección".
Por tanto, en la mayoría de los casos se espera a la cicatrización de la herida, tras la cual "queda la función mingitoria, pero con pérdida de la función sexual".
El hombre, cuya identidad se desconoce, cumple una pena de 5 años y 17 meses por retener y maltratar a una mujer en la prisión de Valdemoro y fue llevado al Aeropuerto de Barajas para ser entregado durante seis meses a su país de origen donde sería juzgado por otro delito que cometió
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