Se prohíbe a los deudos de las víctimas que ingresan a la morgue hablar con los medios. Es insólito que encima del dolor y la furia que necesariamente tienen que embargar a los familiares de la víctima de un homicidio, tienen que calárselo en silencio
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
Una nueva modalidad de restricción a la libertad de expresión es la que inventó El Aissami.
Se prohíbe a los deudos de las víctimas que ingresan a la morgue hablar con los medios. Es insólito que encima del dolor y la furia que necesariamente tienen que embargar a los familiares de la víctima de un homicidio, tienen que calárselo en silencio.
No tienen derecho ni siquiera a hablar, quejarse o exigir justicia, que es lo que por lo general hace la gente cuando le toca la desgracia de tener que ir a la morgue a recoger a un allegado asesinado.
De hacer funcionar la censura se encarga la policía judicial. Obligan a los familiares a recluirse en un edificio vecino a la morgue, donde son atendidos en todos sus requerimientos administrativos, incluso con cierta celeridad, pero, "a cambio" se les impone la prohibición expresa de hablar con los medios.
La foca es uno de los símbolos de este gobierno, inmortalizado el animalito por la cuerda de galfaros que cobran quince y último en la Asamblea Nacional por levantar el brazo cada vez que Chacumbele se lo ordena. Pero hay otro símbolo zoológico: el avestruz. Este es un gobierno de avestruces.
Creen que con borrar de los medios los problemas, estos dejan de existir. La lógica es que si no hay deudos reclamando en los medios es porque ya la chavocracia acabó con la inseguridad.
No hay madres llorando ante la TV o en las páginas de los periódicos, no hubo homicidios. Lo peor es que no sólo quieren hacérselo creer a la gente sino que ellos mismos se tragan sus trucos.
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