Felo Ramírez es una voz que arrastra un cuerpo. Es la voz de los Marlins y, en cierto sentido, la voz del béisbol de Cuba y Latinoamérica, una leyenda que simboliza la excelencia y la ética, el respeto y la objetividad, la experiencia y los conocimientos.
Esta biblia del deporte de las bolas y los strikes nació el 22 de junio de 1923, en Bayamo, Oriente. Desde la temprana edad de 16 años, comenzó a desarrollar sus virtudes naturales de narrador y comentarista.
"Mi padre quería que yo fuera abogado para que ganara más dinero, pero desde muy joven supe donde estaba mi corazón’’, afirmó Ramírez. "Desde que narré el primer strike, sabía que había encontrado el sentido de mi vida''.
Ramírez se inició como aficionado narrando los juegos de béisbol que se celebraban en el estadio "La Lechera'' situado frente al ferrocarril de su ciudad natal, donde sólo se utilizaban unos autoparlantes y bocinas sin audiciones radiales.
Durante una visita a La Habana se presentó en Radio Salas para hacer una prueba con la idea de narrar en la pelota amateur, donde gustó su estilo y comenzó en 1945. Luego trabajó para la emisora COCO, junto a Orlando Sánchez Díago y Cuco Conde.
Pasó al profesionalismo en la última campaña en el Estadio La Tropical y luego siguió en el Parque del Cerro desde su inauguración el 26 de octubre de 1946, con el partido donde Cienfuegos venció 9-1 al Almendares.
Cienfuegos tenía el lema: "El paso del elefante es lento, pero aplastante''. Los Alacranes decían: "El que le gane al Almendares, se muere''.
"Uno narraba aquellos juegos con la emoción en la boca'', recordó Ramírez. "Pero siempre con la objetividad en la mente''.
Con la ayuda del empresario Gaspar Pumarejo pasó en 1950 a Unión Radio, teniendo de compañero al periodista René Molina. Ese mismo año inició el programa La Cabalgata Deportiva Gillete junto a uno de los mejores narradores de todos los tiempos, Buck Canel, llevando las incidencias de las Series Mundiales y Juegos de Estrellas de Grandes Ligas.
En 1954 firmó contrato con el Circuito CMQ, la entidad radial y televisiva más importante de Cuba y América Latina. Narró varias temporadas los juegos de la Liga Profesional Cubana hasta que en 1961, debido a los problemas políticos en la isla, tuvo que marchar rumbo a Venezuela para más tarde establecerse en Puerto Rico, donde se reunió una vez más con René Molina. Ambos organizaron el programa Grand Stand similar al de Cuba.
Narró los torneos de Puerto Rico, Venezuela y Nicaragua, incluyendo Series del Caribe. En Puerto Rico para los Cangrejeros de Santurce y Senadores de San Juan, en Venezuela para los Tigres de Aragua y Navegantes de Magallanes, en Nicaragua para la novena de Unión Radio.
Felo ha narrado 31 Series Mundiales. Sobre sus grandes momentos en estos clásicos menciona las dos victorias de los Marlins en 1997 y 2003, así como la serie entre Dodgers y Yankees en 1956 cuando transmitió los últimos cuatro episodios del juego perfecto de Don Larsen.
Pertenece al Salón de la Fama de Puerto Rico, Venezuela, Cuba y Series del Caribe. Fue elegido a Cooperstown el 5 de agosto del 2001 al ganar el premio Ford C. Frick, siendo el primer narrador de habla hispana en tener su voz grabada en dicho recinto con tres de los grandes sucesos de la historia: el jonrón 715 de Hank Aaron, el imparable 3,000 de Roberto Clemente y el juego perfecto de Don Larsen.
También fue seleccionado entre las mejores voces de todos los tiempos, la número 17 entre miles de narradores en un béisbol con 135 años de existencia.
"Me siento orgulloso de que mi nombre se encuentre en el mismo sitio donde están leyendas como Babe Ruth, Willie Mays y Martín Dihigo'', indicó Felo.
Cuando le preguntamos la principal diferencia entre el béisbol de otras épocas y el de las últimas décadas, responde sin titubear: El dinero. Y sobre los mejores lanzadores y peloteros: el mejor bateador Ted Williams, entre los lanzadores zurdos Sandy Koufax y Warren Spahn, entre los derechos muchos, pero puedo mencionar a Bob Gibson y Roger Clemens. Y el pelotero más completo, Willie Mays.
Acerca de Cuba, Felo recuerda con nostalgia su salida del país en 1961 y tiene un deseo que está ardiendo en su corazón.
"Fue muy difícil separarme de mis padres. A mamá nunca la volví a ver y a papá sí, pero cuando tenía 92 años. También es muy triste no poder regresar a mi patria, pues desearía narrar para millones de aficionados en una Cuba libre el partido inaugural en una nueva fase de la pelota profesional en el Estadio del Cerro''.
Con residencia en Miami, Felo es la voz oficial de los Marlins desde que esta franquicia comenzó en 1993, siendo testigo de todas sus jornadas gloriosas desde las dos Series Mundiales hasta los tres juegos sin hits ni carreras propinados por Al Leiter, Kevin Brown y A.J, Burnett.
Tiene frases inolvidables, entre ellas cuando termina un episodio y dice: "Están ganando los Marlins'', o si el resultado es diferente, expresa: "El juego está a favor del equipo contrario''.
Ramírez acaba de regresar de Puerto Rico sin tener al lado a quien fuera su esposa, Fela, como la apodaban cariñosamente.
"Ser locutor deportivo ha sido mi vida, el otro gran amor fue mi esposa por más de cinco décadas, Luisa. Ella vive en mi corazón'', aseguró.
Sesenta y cinco años narrando béisbol con el mismo entusiasmo y una amplia sonrisa. Su voz parece ser eterna. El veterano regresará en la temporada del 2011 a la cabina de radio para transmitir los juegos de los Marlins.
"No me aburro de hacer lo que siempre he hecho. La algarabía del público, las reclamaciones de los peloteros y las peleas entre los equipos me hacen sentir todavía joven. Le dan vida al trabajo que hago todos los días'', manifestó el bayamés.
Felo quiere seguir gritando: "¡Están ganando los Marlins!''
Cort. El Nuevo Herald
Esta biblia del deporte de las bolas y los strikes nació el 22 de junio de 1923, en Bayamo, Oriente. Desde la temprana edad de 16 años, comenzó a desarrollar sus virtudes naturales de narrador y comentarista.
"Mi padre quería que yo fuera abogado para que ganara más dinero, pero desde muy joven supe donde estaba mi corazón’’, afirmó Ramírez. "Desde que narré el primer strike, sabía que había encontrado el sentido de mi vida''.
Ramírez se inició como aficionado narrando los juegos de béisbol que se celebraban en el estadio "La Lechera'' situado frente al ferrocarril de su ciudad natal, donde sólo se utilizaban unos autoparlantes y bocinas sin audiciones radiales.
Durante una visita a La Habana se presentó en Radio Salas para hacer una prueba con la idea de narrar en la pelota amateur, donde gustó su estilo y comenzó en 1945. Luego trabajó para la emisora COCO, junto a Orlando Sánchez Díago y Cuco Conde.
Pasó al profesionalismo en la última campaña en el Estadio La Tropical y luego siguió en el Parque del Cerro desde su inauguración el 26 de octubre de 1946, con el partido donde Cienfuegos venció 9-1 al Almendares.
Cienfuegos tenía el lema: "El paso del elefante es lento, pero aplastante''. Los Alacranes decían: "El que le gane al Almendares, se muere''.
"Uno narraba aquellos juegos con la emoción en la boca'', recordó Ramírez. "Pero siempre con la objetividad en la mente''.
Con la ayuda del empresario Gaspar Pumarejo pasó en 1950 a Unión Radio, teniendo de compañero al periodista René Molina. Ese mismo año inició el programa La Cabalgata Deportiva Gillete junto a uno de los mejores narradores de todos los tiempos, Buck Canel, llevando las incidencias de las Series Mundiales y Juegos de Estrellas de Grandes Ligas.
En 1954 firmó contrato con el Circuito CMQ, la entidad radial y televisiva más importante de Cuba y América Latina. Narró varias temporadas los juegos de la Liga Profesional Cubana hasta que en 1961, debido a los problemas políticos en la isla, tuvo que marchar rumbo a Venezuela para más tarde establecerse en Puerto Rico, donde se reunió una vez más con René Molina. Ambos organizaron el programa Grand Stand similar al de Cuba.
Narró los torneos de Puerto Rico, Venezuela y Nicaragua, incluyendo Series del Caribe. En Puerto Rico para los Cangrejeros de Santurce y Senadores de San Juan, en Venezuela para los Tigres de Aragua y Navegantes de Magallanes, en Nicaragua para la novena de Unión Radio.
Felo ha narrado 31 Series Mundiales. Sobre sus grandes momentos en estos clásicos menciona las dos victorias de los Marlins en 1997 y 2003, así como la serie entre Dodgers y Yankees en 1956 cuando transmitió los últimos cuatro episodios del juego perfecto de Don Larsen.
Pertenece al Salón de la Fama de Puerto Rico, Venezuela, Cuba y Series del Caribe. Fue elegido a Cooperstown el 5 de agosto del 2001 al ganar el premio Ford C. Frick, siendo el primer narrador de habla hispana en tener su voz grabada en dicho recinto con tres de los grandes sucesos de la historia: el jonrón 715 de Hank Aaron, el imparable 3,000 de Roberto Clemente y el juego perfecto de Don Larsen.
También fue seleccionado entre las mejores voces de todos los tiempos, la número 17 entre miles de narradores en un béisbol con 135 años de existencia.
"Me siento orgulloso de que mi nombre se encuentre en el mismo sitio donde están leyendas como Babe Ruth, Willie Mays y Martín Dihigo'', indicó Felo.
Cuando le preguntamos la principal diferencia entre el béisbol de otras épocas y el de las últimas décadas, responde sin titubear: El dinero. Y sobre los mejores lanzadores y peloteros: el mejor bateador Ted Williams, entre los lanzadores zurdos Sandy Koufax y Warren Spahn, entre los derechos muchos, pero puedo mencionar a Bob Gibson y Roger Clemens. Y el pelotero más completo, Willie Mays.
Acerca de Cuba, Felo recuerda con nostalgia su salida del país en 1961 y tiene un deseo que está ardiendo en su corazón.
"Fue muy difícil separarme de mis padres. A mamá nunca la volví a ver y a papá sí, pero cuando tenía 92 años. También es muy triste no poder regresar a mi patria, pues desearía narrar para millones de aficionados en una Cuba libre el partido inaugural en una nueva fase de la pelota profesional en el Estadio del Cerro''.
Con residencia en Miami, Felo es la voz oficial de los Marlins desde que esta franquicia comenzó en 1993, siendo testigo de todas sus jornadas gloriosas desde las dos Series Mundiales hasta los tres juegos sin hits ni carreras propinados por Al Leiter, Kevin Brown y A.J, Burnett.
Tiene frases inolvidables, entre ellas cuando termina un episodio y dice: "Están ganando los Marlins'', o si el resultado es diferente, expresa: "El juego está a favor del equipo contrario''.
Ramírez acaba de regresar de Puerto Rico sin tener al lado a quien fuera su esposa, Fela, como la apodaban cariñosamente.
"Ser locutor deportivo ha sido mi vida, el otro gran amor fue mi esposa por más de cinco décadas, Luisa. Ella vive en mi corazón'', aseguró.
Sesenta y cinco años narrando béisbol con el mismo entusiasmo y una amplia sonrisa. Su voz parece ser eterna. El veterano regresará en la temporada del 2011 a la cabina de radio para transmitir los juegos de los Marlins.
"No me aburro de hacer lo que siempre he hecho. La algarabía del público, las reclamaciones de los peloteros y las peleas entre los equipos me hacen sentir todavía joven. Le dan vida al trabajo que hago todos los días'', manifestó el bayamés.
Felo quiere seguir gritando: "¡Están ganando los Marlins!''
Cort. El Nuevo Herald
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