Interpol emitió una alerta para las policías del mundo y los organismos internacionales contra Muamar Gadafi y otras 15 personas allegadas al líder libio, indicó el viernes la organización policial internacional en un comunicado.
Interpol "procura avisar a los países miembros que los movimientos de estas personas y sus activos son peligrosos", tras las sanciones decretadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
La organización considera que Gadafi y 15 "familiares o allegados suyos" están involucrados en "la planificación de ataques, como bombardeos aéreos, contra la población civil".
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 26 de febrero sanciones contra el régimen de Gadafi, y encargó a la Corte Penal Internacional una investigación, al considerar que la represión contra los manifestantes podría constituir un crimen contra la humanidad.
Las tropas libias bombardearon el viernes por tercer día consecutivo posiciones rebeldes en el este y afianzaron su control en el oeste, en tanto que la oposición planeaba protestas en Trípoli contra el coronel Muamar Gadafi, a quien Estados Unidos exige cesar la represión y abandonar el poder.
La aviación del régimen arrojó "una bomba en el exterior de la base militar cercana a Ajdabiya", declaró Mohamad Abdalá, un insurgente que se encontraba en el último retén de la ciudad en la ruta hacia Brega (70 km al oeste), donde el miércoles se produjeron violentos combates el miércoles.
Otros opositores confirmaron el bombardeo, que no habría causado víctimas ni daños materiales.
Brega, un puerto petrolero, y Ajdabiya son dos puntos estratégicos en la carretera de Trípoli a Bengasi (a 1.000 al este de la capital), convertida en bastión de la insurrección que se inició el 15 de febrero.
Las tropas del coronel Muamar Gadafi afianzaban por otro lado su control en el oeste, cerca de la frontera tunecina, donde se agolpan miles de personas que huyeron de la represión en Libia, indicó en Ginebra el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo el jueves que estudiaba "toda la gama de opciones" disponibles para poner freno a "la horrible violencia" ejercida por Gadafi contra su pueblo.
Entre esas opciones figura la imposición de una zona de exclusión aérea en el país norafricano, pese a las objeciones presentadas por los mandos militares estadounidenses a esa alternativa.
"La violencia debe parar. Muamar Gadafi ha perdido la legitimidad para liderar, y debe irse", agregó Obama.
La oposición, que la semana pasada realizó conatos de manifestaciones en varios barrios de Trípoli, hará una nueva tentativa tras la plegaria musulmana de los viernes.
La organización de las protestas podría verse complicada por el corte de las conexiones a internet en la capital desde el jueves.
En Brega, los atemorizados habitantes de la ciudad montaron baterías antiaéreas.
Los bombardeos del jueves tampoco habían dejado víctimas. Los del miércoles fueron en apoyo a un ataque terrestre, que fue rechazado tras violentos combates que dejaron 12 muertos (nueve rebeldes y tres atacantes).
Pero según Saif al Islam, uno de los hijos de Gadafi, los bombardeos de Brega sólo se proponían "asustar", sin provocar muertes.
"Las bombas sólo pretendían asustar (a los rebeldes) y hacerlos salir" de la localidad donde hay un terminal portuario petrolero, dijo Al Islam en una entrevista con la televisión británica Sky News.
El hijo de Gadafi rechazó además la posibilidad de una mediación internacional propuesta por el presidente venezolano, Hugo Chávez.
"Los respetamos, (los venezolanos) son nuestros amigos, pero están muy lejos y no saben cómo es Libia. Somos capaces de resolver nuestros problemas nosotros mismos", puntualizó. "Sería como (si un libio) fuera a negociar un acuerdo en el Amazonas", agregó.
La rebelión libia también rechazó la propuesta venezolana.
"Tenemos una posición muy clara: es demasiado tarde, se ha derramado demasiada sangre", dijo a la AFP Mustafá Gheriani, vocero del Consejo Nacional de ciudades en manos de la oposición, cuya sede se encuentra en Bengasi (1.000 km al este de Trípoli).
La comunidad internacional inició por otro lado una operación de repatriación por aire y mar de miles de refugiados egipcios que huyeron de la represión en Libia por la frontera con Túnez.
Más de 100.000 personas huyeron de Libia desde el inicio de la rebelión. Según datos de la ONU, la represión dejó unos mil muertos, aunque de acuerdo con una organización libia de defensa de los derechos humanos el número de víctimas suma más de 6.000.
El gobierno holandés reconoció por su lado que el domingo pasado tres soldados holandeses fueron capturados por hombres armados durante una operación de evacuación de civiles en Libia.
La Corte Penal Internacional anunció el jueves la apertura de una investigación por crímenes contra la Humanidad contra Gadafi y varias personas de su entorno, por la represión desatada contra las manifestaciones que reclaman su renuncia.
El "Guía de la Revolución" pronunció el miércoles un discurso en el que avisó que "miles de libios morirán en caso de intervención de Estados Unidos y la OTAN" y que Libia se convertirá para los occidentales en "un infierno y un mar de sangre peor que los de Irak o Afganistán".
La situación en Libia y la agitación política en la región -donde movimientos populares ya derrocaron en lo que va del año a los regímenes autoritarios de Túnez y Egipto- llevó en los últimos días el precio del petróleo a más de 100 dólares el barril por primera vez desde 2008.
Interpol "procura avisar a los países miembros que los movimientos de estas personas y sus activos son peligrosos", tras las sanciones decretadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
La organización considera que Gadafi y 15 "familiares o allegados suyos" están involucrados en "la planificación de ataques, como bombardeos aéreos, contra la población civil".
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 26 de febrero sanciones contra el régimen de Gadafi, y encargó a la Corte Penal Internacional una investigación, al considerar que la represión contra los manifestantes podría constituir un crimen contra la humanidad.
Las tropas libias bombardearon el viernes por tercer día consecutivo posiciones rebeldes en el este y afianzaron su control en el oeste, en tanto que la oposición planeaba protestas en Trípoli contra el coronel Muamar Gadafi, a quien Estados Unidos exige cesar la represión y abandonar el poder.
La aviación del régimen arrojó "una bomba en el exterior de la base militar cercana a Ajdabiya", declaró Mohamad Abdalá, un insurgente que se encontraba en el último retén de la ciudad en la ruta hacia Brega (70 km al oeste), donde el miércoles se produjeron violentos combates el miércoles.
Otros opositores confirmaron el bombardeo, que no habría causado víctimas ni daños materiales.
Brega, un puerto petrolero, y Ajdabiya son dos puntos estratégicos en la carretera de Trípoli a Bengasi (a 1.000 al este de la capital), convertida en bastión de la insurrección que se inició el 15 de febrero.
Las tropas del coronel Muamar Gadafi afianzaban por otro lado su control en el oeste, cerca de la frontera tunecina, donde se agolpan miles de personas que huyeron de la represión en Libia, indicó en Ginebra el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo el jueves que estudiaba "toda la gama de opciones" disponibles para poner freno a "la horrible violencia" ejercida por Gadafi contra su pueblo.
Entre esas opciones figura la imposición de una zona de exclusión aérea en el país norafricano, pese a las objeciones presentadas por los mandos militares estadounidenses a esa alternativa.
"La violencia debe parar. Muamar Gadafi ha perdido la legitimidad para liderar, y debe irse", agregó Obama.
La oposición, que la semana pasada realizó conatos de manifestaciones en varios barrios de Trípoli, hará una nueva tentativa tras la plegaria musulmana de los viernes.
La organización de las protestas podría verse complicada por el corte de las conexiones a internet en la capital desde el jueves.
En Brega, los atemorizados habitantes de la ciudad montaron baterías antiaéreas.
Los bombardeos del jueves tampoco habían dejado víctimas. Los del miércoles fueron en apoyo a un ataque terrestre, que fue rechazado tras violentos combates que dejaron 12 muertos (nueve rebeldes y tres atacantes).
Pero según Saif al Islam, uno de los hijos de Gadafi, los bombardeos de Brega sólo se proponían "asustar", sin provocar muertes.
"Las bombas sólo pretendían asustar (a los rebeldes) y hacerlos salir" de la localidad donde hay un terminal portuario petrolero, dijo Al Islam en una entrevista con la televisión británica Sky News.
El hijo de Gadafi rechazó además la posibilidad de una mediación internacional propuesta por el presidente venezolano, Hugo Chávez.
"Los respetamos, (los venezolanos) son nuestros amigos, pero están muy lejos y no saben cómo es Libia. Somos capaces de resolver nuestros problemas nosotros mismos", puntualizó. "Sería como (si un libio) fuera a negociar un acuerdo en el Amazonas", agregó.
La rebelión libia también rechazó la propuesta venezolana.
"Tenemos una posición muy clara: es demasiado tarde, se ha derramado demasiada sangre", dijo a la AFP Mustafá Gheriani, vocero del Consejo Nacional de ciudades en manos de la oposición, cuya sede se encuentra en Bengasi (1.000 km al este de Trípoli).
La comunidad internacional inició por otro lado una operación de repatriación por aire y mar de miles de refugiados egipcios que huyeron de la represión en Libia por la frontera con Túnez.
Más de 100.000 personas huyeron de Libia desde el inicio de la rebelión. Según datos de la ONU, la represión dejó unos mil muertos, aunque de acuerdo con una organización libia de defensa de los derechos humanos el número de víctimas suma más de 6.000.
El gobierno holandés reconoció por su lado que el domingo pasado tres soldados holandeses fueron capturados por hombres armados durante una operación de evacuación de civiles en Libia.
La Corte Penal Internacional anunció el jueves la apertura de una investigación por crímenes contra la Humanidad contra Gadafi y varias personas de su entorno, por la represión desatada contra las manifestaciones que reclaman su renuncia.
El "Guía de la Revolución" pronunció el miércoles un discurso en el que avisó que "miles de libios morirán en caso de intervención de Estados Unidos y la OTAN" y que Libia se convertirá para los occidentales en "un infierno y un mar de sangre peor que los de Irak o Afganistán".
La situación en Libia y la agitación política en la región -donde movimientos populares ya derrocaron en lo que va del año a los regímenes autoritarios de Túnez y Egipto- llevó en los últimos días el precio del petróleo a más de 100 dólares el barril por primera vez desde 2008.
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