Centenares de miles de personas salieron hoy a las calles de Río de Janeiro para seguir a las orquestas de barrio que recorren la ciudad en el segundo día del carnaval, a pesar de que una fina llovizna amenazó con aguar la fiesta.
La concentración más numerosa se dio en la Avenida Río Branco, en el centro de Río donde desde esta mañana una multitud, que según los organizadores puede superar el millón y medio de personas, sigue a la banda Cordão da bola preta, que tiene 93 años de existencia y se define a si misma como el "cuartel general del carnaval".
La multitud delirante baila sin parar al ritmo de la "marchinhas" (canciones típicas del carnaval) interpretadas por músicos desde lo alto de cinco tarimas montadas sobre camiones que se mueven lentamente por la avenida.
La marea humana avanza entre pasos de danza, saltos y carruseles en un derroche de alegría, irreverencia y fantasía con disfraces, máscaras y pelucas coloridas que sobresalen entre los paraguas abiertos por algunos para protegerse de la lluvia que esporádicamente cae sobre el gentío.
"Con lluvia o sin ella, el desfile de este año será mayor que el del año pasado", dijo a periodistas el presidente del Cordão da bola preta, Pedro Ernesto Marinho.
El jolgorio se repite en distintos puntos de la ciudad, como en el Largo da Lapa, donde la banda Feitiço do Villa conduce a miles de bailarines que circulan por la zona bohemia del centro de la ciudad.
En otro reducto de la bohemia carioca, el barrio de Santa Teresa, la banda Céu na Terra fue una de las primeras en salir hoy seguida por una multitud que recorre las sinuosas calles del sector.
También por la mañana, el grupo Empolga ás 9 recorrió algunas calles del barrio turístico de Copacabana y lo mismo hicieron en distintos sectores de la ciudad otras bandas como O berro da viuva y Fogo na cueca, en un interminable desfile a cargo de más de 400 bandas que continuará de día y de noche hasta el próximo martes.
Según la alcaldía de Río de Janeiro, hoy circularán por los barrios de la ciudad 82 bandas callejeras, entre ellas la tradicional Banda de Ipanema, que saldrá esta tarde por el turístico barrio del mismo nombre.
La concentración más numerosa se dio en la Avenida Río Branco, en el centro de Río donde desde esta mañana una multitud, que según los organizadores puede superar el millón y medio de personas, sigue a la banda Cordão da bola preta, que tiene 93 años de existencia y se define a si misma como el "cuartel general del carnaval".
La multitud delirante baila sin parar al ritmo de la "marchinhas" (canciones típicas del carnaval) interpretadas por músicos desde lo alto de cinco tarimas montadas sobre camiones que se mueven lentamente por la avenida.
La marea humana avanza entre pasos de danza, saltos y carruseles en un derroche de alegría, irreverencia y fantasía con disfraces, máscaras y pelucas coloridas que sobresalen entre los paraguas abiertos por algunos para protegerse de la lluvia que esporádicamente cae sobre el gentío.
"Con lluvia o sin ella, el desfile de este año será mayor que el del año pasado", dijo a periodistas el presidente del Cordão da bola preta, Pedro Ernesto Marinho.
El jolgorio se repite en distintos puntos de la ciudad, como en el Largo da Lapa, donde la banda Feitiço do Villa conduce a miles de bailarines que circulan por la zona bohemia del centro de la ciudad.
En otro reducto de la bohemia carioca, el barrio de Santa Teresa, la banda Céu na Terra fue una de las primeras en salir hoy seguida por una multitud que recorre las sinuosas calles del sector.
También por la mañana, el grupo Empolga ás 9 recorrió algunas calles del barrio turístico de Copacabana y lo mismo hicieron en distintos sectores de la ciudad otras bandas como O berro da viuva y Fogo na cueca, en un interminable desfile a cargo de más de 400 bandas que continuará de día y de noche hasta el próximo martes.
Según la alcaldía de Río de Janeiro, hoy circularán por los barrios de la ciudad 82 bandas callejeras, entre ellas la tradicional Banda de Ipanema, que saldrá esta tarde por el turístico barrio del mismo nombre.
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