Dos décadas y pico no han sido suficientes para establecer las responsabilidades personales en la brutalidad de la represión que se llevó las vidas de alrededor de 300 caraqueños
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
Se cumplieron 22 años del 27 de Febrero. El gobierno, como ya es su costumbre, volvió a cogerse la fecha. Lo interesante es que dos décadas y pico no han sido suficientes para establecer las responsabilidades personales en la brutalidad de la represión que se llevó las vidas de alrededor de 300 caraqueños.
Sólo existe un juicio absurdo contra el general Italo Alliegro, ministro de la Defensa para la época, a quien se pretende responsabilizar como único culpable de lo que ocurrió. De hecho, el ministro ni ordenó disparar ni puede ser culpado de la acción de los militares y policías en el terreno. Es bien sabido que toda acción militar tiene un responsable directo en el sitio de los hechos.
Llama poderosamente la atención que la "investigación" sobre los hechos se reduce a la presunta responsabilidad de los generales Alliegro y Heinz Azpúrua, bien lejos cada uno de ellos de los sucesos que tenían lugar en las barriadas y quienes no habían hecho otra cosa que seguir, como correspondía a sus altas responsabilidades de mando, las órdenes del Presidente sobre la aplicación el Plan Ávila.
Pero tanto este, como los dos militares, dispusieron lo atinente al despliegue de las Fuerzas Armadas. De su acción sobre el terreno son responsables los mandos directos (tenientes, capitanes, mayores y hasta comandantes). ¿Cómo murió Felipe Acosta Carles? En una acción que comandó directamente en un barrio de El Valle. Era, por cierto, uno de los juramentados del Samán de Güere.
¿Cuántos participantes en el 4F y el 27N, para la época tenientes, capitanes y mayores, tuvieron responsabilidad directa en las operaciones de represión y son responsables directos, en el terreno mismo de los hechos, por tanto, de las órdenes de disparar a troche y moche?
No acuso a nadie; sólo pregunto. Nunca se ha sabido, nunca se ha investigado ni informado sobre los nombres de quienes ejercían mando directo. Ni durante los gobiernos anteriores al de Chávez ni tampoco en este. Pareciera un secreto militar.
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