Chávez ha propuesto que la ALBA actúe como mediadora en el conflicto de Libia. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe estarse preguntando cómo no se le ocurrió a sus integrantes esta luminosa idea
Por: Simón Boccanegra/RalCualDigital
El planeta está conmocionado y lleno de esperanza: Chávez ha propuesto que la ALBA actúe como mediadora en el conflicto de Libia. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe estarse preguntando cómo no se le ocurrió a sus integrantes esta luminosa idea. La OTAN, que ya se preparaba para intervenir en Libia, ha tenido que comenzar a desmontar sus preparativos bélicos.
La Liga Árabe se ha quedado muda y maravillada, ante tan portentoso parto mental del gran líder del Tercer Mundo, Hugo Chávez. ¡La ALBA mediadora! Europa y Estados Unidos deben haberse quedado sin respuesta ante la audaz proposición de Chacumbele.
Ya deben estarse moviendo otros líderes mundiales para abrir camino a esta genialidad. ¿Qué mejores mediadores que los imparciales gobiernos de Nicaragua, Cuba y Venezuela? Apoyaron a Gadaffi, es verdad, ¿pero qué puede significar eso ante su desinteresada proposición de ir a meterse en Libia para buscar un acuerdo entre las partes?
Irían, desde luego, Hugo Chávez, acompañado de Maduro; Daniel Ortega acompañado de su esposa Rosario Murillo, que comparte el poder con él; podrían llevar, como símbolo de dedicación a la paz mundial, a lo que queda de Fidel Castro. Evo no ha dicho nada, pero tal vez no se negaría a acompañar a su dadivoso protector en esa memorable gestión.
Hablando en serio, la verdad es que Chávez tiene unos riñones forrados en cobre. Ahora que su pana Gadaffi está boqueando no se le ocurre otra cosa mejor que proponer una comisión, a la cual, por supuesto, nadie le parará ni media bola, para precisamente darle un respiro a un tipo que está literalmente contra las cuerdas.
Chacumbele va a tener que calarse el tránsito del hombre -que, según dijera, es para Libia lo que Bolívar para nosotros-, de la gloria del poder al basurero de la historia.
Por: Simón Boccanegra/RalCualDigital
El planeta está conmocionado y lleno de esperanza: Chávez ha propuesto que la ALBA actúe como mediadora en el conflicto de Libia. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe estarse preguntando cómo no se le ocurrió a sus integrantes esta luminosa idea. La OTAN, que ya se preparaba para intervenir en Libia, ha tenido que comenzar a desmontar sus preparativos bélicos.
La Liga Árabe se ha quedado muda y maravillada, ante tan portentoso parto mental del gran líder del Tercer Mundo, Hugo Chávez. ¡La ALBA mediadora! Europa y Estados Unidos deben haberse quedado sin respuesta ante la audaz proposición de Chacumbele.
Ya deben estarse moviendo otros líderes mundiales para abrir camino a esta genialidad. ¿Qué mejores mediadores que los imparciales gobiernos de Nicaragua, Cuba y Venezuela? Apoyaron a Gadaffi, es verdad, ¿pero qué puede significar eso ante su desinteresada proposición de ir a meterse en Libia para buscar un acuerdo entre las partes?
Irían, desde luego, Hugo Chávez, acompañado de Maduro; Daniel Ortega acompañado de su esposa Rosario Murillo, que comparte el poder con él; podrían llevar, como símbolo de dedicación a la paz mundial, a lo que queda de Fidel Castro. Evo no ha dicho nada, pero tal vez no se negaría a acompañar a su dadivoso protector en esa memorable gestión.
Hablando en serio, la verdad es que Chávez tiene unos riñones forrados en cobre. Ahora que su pana Gadaffi está boqueando no se le ocurre otra cosa mejor que proponer una comisión, a la cual, por supuesto, nadie le parará ni media bola, para precisamente darle un respiro a un tipo que está literalmente contra las cuerdas.
Chacumbele va a tener que calarse el tránsito del hombre -que, según dijera, es para Libia lo que Bolívar para nosotros-, de la gloria del poder al basurero de la historia.
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