NDO/AVN
Caracas.- Las 28 naciones miembros de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (Otan) se encuentran este miércoles discutiendo sobre una posible invasión militar a Libia, aunque las posturas dentro de la alianza se mantienen divididas.
Los integrantes del bloque militarista también definen si imponen sobre territorio libio una zona de exclusión aérea que impida volar aviones militares de la nación del norte de África, reseñó la agencia AFP.
En la reunión que se desarrolla en Bruselas, los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña son los principales impulsores para llevar adelante esta última propuesta.
El secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, reconoció el martes que no “hay consenso en el seno de la Otan para un recurso a la fuerza”.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Alain Juppé, alertó sobre el descontento en el mundo árabe si se define una intervención militar.
“No sé cuál sería la reacción de la calle árabe, con las poblaciones a lo largo de la costa mediterránea viendo cómo las fuerzas de la Otan desembarcan en la región", expresó.
Aunque en un principio el presidente francés, Nicolas Sarkozy, declaró abiertamente que Gaddafi tenía que salir del poder, Juppé destacó que una invasión “podría ser extremadamante contraproducente”.
Mientras que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó como “absurda” una intervención externa en Libia y aseveró que la Otan “no tiene nada que hacer” en territorio libio.
El máximo dirigente de Turquía aclaró que la Alianza Atlántica “sólo puede intervenir cuando un país aliado es atacado”.
El representante ruso ante la Otan, Dimitri Rogozine, destacó que “los acontecimientos recientes le dan un pretexto” al bloque militar “para tratar de implantarse en la región, pretendiendo querer pacificar la situación en África del Norte”.
Reportes de prensa indicaron que si la Otan decide una invasión a Libia, la organización dispone de los medios adecuados para imponer una zona de exclusión aérea, pero la operación sería compleja, con la movilización de muchos recursos.
Aunque la alianza rechace imponer una zona de exclusión, Estados Unidos y Gran Bretaña podrían decidir seguir adelante con esta medida sin el aval de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ni de la Otan, como fue el caso en Irak en 1991, tras la guerra del Golfo.
Durante esta jornada, Gaddafi afirmó que si la alianza militar o Washington ingresan a su país “entraremos en una guerra sangrienta y miles y miles de libios morirán”.
Durante un discurso en Tripolí, sostuvo que todos los libios defenderán a su nación en caso de un “atentado contra la unidad nacional” o de una amenaza sobre el petróleo.
“No debemos ser esclavos de los norteamericanos”, sentenció Gaddafi.
Hasta ahora, el Pentágono informó que envió dos buques de guerra con 2 mil marines a Libia, bajo la excusa de ayudar a la población atrapada en el conflicto, el mismo argumento utilizado para las invasiones estadounidenses en Irak (2003) y Afganistán (2001).
Los integrantes del bloque militarista también definen si imponen sobre territorio libio una zona de exclusión aérea que impida volar aviones militares de la nación del norte de África, reseñó la agencia AFP.
En la reunión que se desarrolla en Bruselas, los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña son los principales impulsores para llevar adelante esta última propuesta.
El secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, reconoció el martes que no “hay consenso en el seno de la Otan para un recurso a la fuerza”.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Alain Juppé, alertó sobre el descontento en el mundo árabe si se define una intervención militar.
“No sé cuál sería la reacción de la calle árabe, con las poblaciones a lo largo de la costa mediterránea viendo cómo las fuerzas de la Otan desembarcan en la región", expresó.
Aunque en un principio el presidente francés, Nicolas Sarkozy, declaró abiertamente que Gaddafi tenía que salir del poder, Juppé destacó que una invasión “podría ser extremadamante contraproducente”.
Mientras que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó como “absurda” una intervención externa en Libia y aseveró que la Otan “no tiene nada que hacer” en territorio libio.
El máximo dirigente de Turquía aclaró que la Alianza Atlántica “sólo puede intervenir cuando un país aliado es atacado”.
El representante ruso ante la Otan, Dimitri Rogozine, destacó que “los acontecimientos recientes le dan un pretexto” al bloque militar “para tratar de implantarse en la región, pretendiendo querer pacificar la situación en África del Norte”.
Reportes de prensa indicaron que si la Otan decide una invasión a Libia, la organización dispone de los medios adecuados para imponer una zona de exclusión aérea, pero la operación sería compleja, con la movilización de muchos recursos.
Aunque la alianza rechace imponer una zona de exclusión, Estados Unidos y Gran Bretaña podrían decidir seguir adelante con esta medida sin el aval de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ni de la Otan, como fue el caso en Irak en 1991, tras la guerra del Golfo.
Durante esta jornada, Gaddafi afirmó que si la alianza militar o Washington ingresan a su país “entraremos en una guerra sangrienta y miles y miles de libios morirán”.
Durante un discurso en Tripolí, sostuvo que todos los libios defenderán a su nación en caso de un “atentado contra la unidad nacional” o de una amenaza sobre el petróleo.
“No debemos ser esclavos de los norteamericanos”, sentenció Gaddafi.
Hasta ahora, el Pentágono informó que envió dos buques de guerra con 2 mil marines a Libia, bajo la excusa de ayudar a la población atrapada en el conflicto, el mismo argumento utilizado para las invasiones estadounidenses en Irak (2003) y Afganistán (2001).
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