Con pitos, tambores y ollas pidieron seguridad venancio alcazares
El tiroteo que escucharon a las diez de la noche del viernes acabó con la paciencia de los habitantes de La Pastora.
Quienes residen entre las esquinas Soledad y Acevedo con Dos Pilitas, se armaron de valor y decidieron protestar, desde las 9 de la mañana de ayer, para exigir presencia policial y seguridad.
Con varios mecates trancaron las calles y colocaron pancartas denunciando el auge delictivo.
Al ritmo de los tambores y pitos, además, de los cacerolazos, los vecinos se hicieron escuchar pese a la ausencia de los cuerpos policiales.
"Lo que nos interesa es que se haga pública esta denuncia, porque ya estamos cansados de ser víctimas del hampa todos los días", refirieron.
Los manifestantes denunciaron que a diario los atacan los maleantes hasta cinco veces. No les importa la hora.
Se han presentado asaltos a las 10 de la mañana y en horas de la noche.
Un abasto local fue asaltado dos veces la semana pasada. Carlos Naupari, dueño del negocio explicó que delante de los clientes fue sometido por los malhechores que llegaron en moto y con armas en mano. "Necesitamos un módulo urgente. Desde hace un mes esta zona se ha vuelto muy peligrosa", dijo.
Asi como él, también han sufrido otros comerciantes, como el verdulero, quien fue desvalijado la semana pasada, en horas del mediodía, y además resultó herido de bala.
Estaba en la esquina de San Ruperto cuando lo sorprendieron los delincuentes.
Además, hasta los obreros de Hidrocapital han sido víctimas del hampa cuando realizan trabajos en la zona.
Hace una semana, los vecinos se organizaron y recogieron firmas para solicitar un plan de seguridad para la zona. Entregaron una misiva a la Guardia Nacional y al MIJ, pero no les han respondido.
A esta situación no se escapan los buseteros que todos los días son azotados. Dos líneas prestan servicio restringido.
dramirez@eluniversal.com
El Universal
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