Resulta que ahora, un Gobierno que en 12 años ha sido incapaz de construir viviendas, se prepara "legalmente" para seguir robando y secuestrando los derechos de propiedad de los venezolanos.
La bancada oficialista avanza en la elaboración de un proyecto de Ley de Alquileres que terminará con lo poco que queda de este mercado, que satisface la demanda de miles de personas, que no tienen acceso o no desean invertir en la compra de una vivienda. Además esta nueva legislación confiscaría los derechos de otros miles de venezolanos que con años de trabajo, construyeron o adquirieron viviendas para alquilar, como forma de ahorro o de sustento.
Son varios los proyectos de esta ley que han circulado por meses, cada uno causante de zozobra, por las amenazas que encierran sus articulados para menoscabar el ejercicio de una actividad privada, y por la confiscación de los derechos que impone a los propietarios de viviendas en alquiler.
En el proyecto en construcción se lleva adelantada la discusión de 90 de los 150 artículos que contiene el nuevo texto legal. Dentro de lo que ha trascendido a la prensa llaman a alerta que: 1) El Estado fijará el canon de arrendamiento de todos los inmuebles, sin diferenciación alguna por ubicación geográfica. 2) Se fije un plazo mínimo de tres años para los contratos de arrendamiento, con cláusulas que generan un desequilibrio inconstitucional entre los derechos de unos menoscabando los de otros. 3) Se prohíba el cobro de depósitos que garantizan los derechos de los arrendadores en casos de daños al inmueble, dejando en un limbo los derechos éstos. 4) Se cree un registro de inmuebles desocupados por más de dos años, los cuales serían obligados a ofertarlos en alquiler forzoso so riesgo de ser expropiados. 5) Se contemple un alto gravamen para las viviendas desocupadas supuestamente para "promover" su arrendamiento. 6) Que se establezca que el Estado debe garantizar que nadie pase más de 10 años pagando alquiler.
Con un Gobierno maula en materia de construcción de viviendas, y con fuerte inclinación a la apropiación indebida de las propiedades de otros, lo seguro es que quien se atreva o sea obligado a dar en alquiler una vivienda, terminará con las manos vacías.
A los venezolanos como que no les quedará más que sufrir en carne propia las consecuencias de la abolición de todo derecho a la propiedad privada. ¡Para agarrar palco!
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