Por: Teodoro Petkoff/TalCualDigital
La relación de algunos sectores de la FAN con la Constitución ha adquirido un carácter extremadamente peculiar. Estamos ante el mundo al revés. Por ejemplo, si un oficial declarase públicamente que la FAN es una institución apolítica, que no está al servicio de personalidad o parcialidad política alguna, seguramente sería objeto de un consejo de investigación, tal vez sería dado de baja y hasta podría ser "privado de libertad".
Su declaración probablemente sería acusada de ataque al comandante en jefe-presidente. Y sin embargo, ese hipotético oficial no habría hecho otra cosa que citar a la inefable Bicha, que en su artículo 328 dice exactamente lo mismo: "La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política... En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna...". La Constitución, pues, se ha transformado en un texto subversivo. Atenerse a sus postulados configura un delito.
Por el contrario, si un general como el nuevo comandante de la Guardia de Honor, se despepita con una declaración del tenor de la que hiciera el lunes 1 de agosto,según la cual "No aceptaremos ningún otro comandante, ya que el amor del pueblo lo ha va a hacer permanecer muchos años y allí estamos nosotros hasta que usted lo disponga", es un fiel partidario del "proceso". El general de marras se pasa la Constitución por el forro con entera impudicia. Declara que la FAN está al servicio de una persona y además asevera la disposición a desconocer el principio de "obediencia", que constituye uno de los pilares fundamentales de la institución, de acuerdo al mismo artículo 328.
En otras palabras, si el pueblo elige un presidente distinto a Chávez, el cual pasaría a ser de inmediato comandante en jefe de la FAN, el general de esta historieta no obedecería la voluntad popular y se alzaría contra ella. Nos anuncia un golpe de Estado.
Es la misma cosa que declaró hace semanas el por ahora frustrado aspirante al Ministerio de la Defensa, general Rangel Silva, quien sostuvo doctrina semejante.
La FAN, según este par de caballeros, decidiría, pues, quién es el presidente de la República, así el pueblo diga otra cosa.
Hay un tercer bocón, un almirante que en la recepción del buque escuela se mando con un templón que dejó como demócratas a los dos que venimos citando. Estas declaraciones, que en cualquier país del mundo serían consideradas sediciosas y punibles, aquí, sin embargo, son aplaudidas y aupadas por el beneficiario de ellas. Todo el orden constitucional está trastocado en la FAN. Su comandante en jefe propicia su continua y sostenida violación. Porque esto no es casual ni mera adulancia sino la aplicación de una línea golpista con vistas al 2012. La letra y espíritu de la Carta Magna son deliberadamente contrariadas por ese grupo de oficiales porque se pretende crear una matriz de opinión golpista. En la FAN no rigen ni la Constitución ni la Lofan sino una ley especial, cortada a la medida de Chacumbele: La Ley del Embudo, lo cual significa que la Constitución es Chávez.
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