El ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, señaló que los resultados auditados de PDVSA para 2010 "consolidan" su condición como la cuarta empresa petrolera del mundo en cuanto a reservas, producción y capacidad de refinación y comercialización de crudo y gas natural.
Pero, Ramírez engaña al pueblo venezolano de manera deliberada, pues esos resultados lo único que hacen es confirmar que la estatal petrolera sigue deteriorándose, tanto operacional como financieramente de manera acelerada.
Según el informe anual auditado de PDVSA para 2010 sus ganancias, después de impuestos y regalías, ascendieron a más de $3,16 millardos sobre ingresos consolidados de casi $94,3 millardos. Resulta que para 2009, el informe anual auditado de PDVSA reportó ganancias netas por $4,39 millardos sobre ingresos consolidados por un poco más de $73,81 millardos. Es decir, $1,23 millardos menos en ganancias netas, a pesar de haber obtenido $20,49 millardos más de ingresos consolidados que el año anterior.
Este "milagro financiero" de rendir menos ganancias con más ingresos se complementa con otra hazaña: la de endeudar más a PDVSA, a pesar de estar incrementando los ingresos. El informe anual indica que la deuda financiera de PDVSA al cierre de 2010 fue de casi $21,3 millardos, es decir $2,4 millardos más que los $18,9 millardos reportados para 2009. Por si esto fuera poco, los totales oficiales reportados subestiman considerablemente las deudas y pasivos que PDVSA registró a finales de 2010, los cuales incluían $32 millardos de deuda con el Gobierno de China y más de $40 millardos por compensaciones derivadas de reclamos contra PDVSA por las nacionalizaciones de empresas petroleras extranjeras.
Además, las cuentas por cobrar de la petrolera totalizaron más de $20 millardos a finales de 2010, $5,69 millardos (39,7%) más que los $14,33 millardos de 2009 y $9,21 millardos (85,2%) más que al cierre de 2008. PDVSA es hoy uno de los mayores acreedores de gobiernos soberanos en el Caribe y América Central.
Ramírez, sigue mintiendo cuando afirma que en 2010 se produjeron 2,97 millones de b/d. Según fuentes secundarias independientes, la verdadera producción de PDVSA promedió, en el mejor de los casos, alrededor de 2,3 millones de b/d en 2010, es decir 710 millones de b/d menos que los 3,01 millones producidos en 2009.
Y sigue engañando cuando argumenta que la baja en la producción de PDVSA se debió al cumplimiento de las obligaciones de Venezuela como miembro de la OPEP.
La realidad es que PDVSA ha perdido su capacidad de producción al descapitalizarse de recursos humanos especializados, al dedicarse a labores ajenas a su competencia, al politizarse en extremo y al permitir que la corrupción se expandiera a todos los niveles.
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