La hambruna se propagó a tres nuevas regiones de Somalia, en particular a la capital Mogadiscio y al mayor campamento de desplazados del mundo, debido a una grave sequía que afecta a todo el Cuerno de África, informó el miércoles la ONU.
"La situación actual representa la más severa crisis humanitaria en el mundo hoy en día y la peor crisis de seguridad alimentaria desde la hambruna de 1991-1992 en Somalia", según la ONU.
Estas nuevas regiones afectadas incluyen dos zonas a las que huyeron cientos de miles de somalíes en una búsqueda desesperada de alimentos.
"La hambruna está ahora presente", afirmó Grainne Moloney, jefe de la Unidad de Análisis de la ONU para Seguridad Alimentaria y Nutrición (FSNAU, por sus siglas en inglés) en Somalia.
"Las tres zonas (afectadas) son el campamento de desplazados del corredor de Afgoye, la comunidad de desplazados de Mogadiscio -en los siete distritos de la ciudad- y los distritos de Balaad y Adale en Media Shabelle", agregó.
Debido a la prolongada sequía en el Cuerno de África, Naciones Unidas declaró el estado de hambruna el mes pasado en las regiones de Bakool y Baja Shabelle, en el sur de Somalia, país devastado por una guerra civil.
Hasta 409.000 somalíes están registrados en la zona del corredor de Afgoye, el mayor campamento de desplazados del mundo, afirmó Moloney.
"Respuesta humanitaria inadecuada"
"Pese a la creciente atención en las últimas semanas, la respuesta humanitaria actual sigue siendo inadecuada, debido en parte a las restricciones en curso y a las dificultades para incrementar los programas de ayuda de emergencia, así como a deficiencias de financiación", afirmó la FSNAU en un comunicado.
"Como resultado, se prevé que la hambruna se extienda a todas las regiones del sur en las próximas cuatro a seis semanas", agregó.
A esto se suman las recientes lluvias torrenciales en la región de Mogadiscio, que agravaron aún más el sufrimiento de los habitantes y desplazados, debilitados por la malnutrición.
En este contexto, Suiza decidió donar 4,5 millones de francos suizos (unos 5,5 millones de dólares) de ayuda adicional.
La presidenta suiza, Micheline Calmy-Rey, se encontraba el miércoles en Kenia "para ver por sí misma la dificultad de la situación". Es el primer jefe de Estado occidental que visita el Cuerno de África desde el inicio de la sequía.
La ausencia de lluvia en África del Este amenaza a 12 millones de personas, afirma Naciones Unidas. Unas 564.000 de ellas pueden morir si no se interviene urgentemente, según la ONU y la ONG Oxfam.
La crisis humanitaria podría extenderse también geográficamente. La Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), advirtió el martes que Uganda comienza a verse afectada por la sequía y la inseguridad alimentaria.
La situación es particularmente crítica en Somalia debido a la dificultad, o incluso la imposibilidad de acceder a las zonas controladas por los rebeldes islamistas shebab, que desde 2009 prohibieron el acceso de las agencias humanitarias de la ONU y de numerosas ONG internacionales a su territorio.
El martes, Estados Unidos decidió aligerar las sanciones ligadas a los shebab, clasificados como "organización terrorista" por Washington, para facilitar el envío de ayuda.
FL/Globovisión / EFE
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