El Nacional arriba hoy a los 68 años de historia en un momento de grandes cambios en el mundo, en la política, la cultura y el periodismo. Entramos en una época que desafía la imaginación, a la era informática que ya transforma hábitos y costumbres y que promete poner al alcance de los seres humanos los privilegios de la ciencia. En la medida en que las posibilidades son mayores, también lo son los desafíos de los cambios.
Desde su fundación, El Nacional se caracterizó por su comprensión de los cambios. Quizás podamos reclamar para nuestro periódico la virtud de haber avanzado con el tiempo, con las conquistas técnicas, con los avances del diseño, la calidad de nuestros periodistas y de los servicios informativos que les hemos ofrecido siempre a nuestros lectores. En estos 68 años hemos estado a la vanguardia.
De modo que esa conciencia de los cambios forma parte de nuestra comprensión de los afanes del periodismo en la sociedad democrática. La revolución tecnológica no viene sola, como una cuestión exclusivamente de sistemas. Comporta, y de manera fundamental, mayores garantías para la libertad de expresión, para la participación de la gente, y para la consolidación de sus derechos.
Las redes sociales han roto o van rompiendo con el antiguo control de la información por grupos o conglomerados económicos o políticos. Y los gobiernos que responden a los intereses de los pueblos que los eligen utilizan los recursos electrónicos para rendir cuentas a sus pueblos sobre la manera como invierten los recursos públicos. Consultan a sus electores sobre las prioridades en que deben invertirse. A medida que el individuo va dejando de ser un convidado de piedra, a igual ritmo las sociedades disfrutan de la transparencia necesaria que debe regir en todo cuanto les concierne como seres en sociedad.
En esta revolución tecnológica los medios de comunicación están llamados a abrir caminos. A interpretar los cambios y ser sujetos de estos cambios. Por su tradición como periódico abierto a la dinámica social, El Nacional ha sido expresión de los avances del pueblo venezolano. Nuestro diario fue fundado en los tiempos de la guerra contra el nazi-fascismo. Venezuela disfrutaba por primera vez en su historia de irrestricta libertad de expresión.
Ambos factores contribuyeron de manera fundamental con la línea trazada entonces por sus fundadores.
68 años después, con el aval y la fuerza de nuestra propia historia, El Nacional asume con optimismo los desafíos de la época y ratifica su compromiso inalterable con las mejores aspiraciones del pueblo venezolano. Con la defensa y la práctica de la libertad de expresión, con el pluralismo y la diversidad de pensamiento que han consagrado nuestras pág inas como espejo de las ideas de los venezolanos. Al celebrar con nuestros muchos amigos y lectores un nuevo aniversario, les reiteramos nuestra plena confianza en el porvenir de Venezuela.
Video cort. de Globovisión
Cort. El Nacional
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