Los reclamos laborales se producen mientras los sindicaleros chavistas, con Wils Rangel a la cabeza, le entregaron al Caporal, así bautizado por Rangel, la potestad para hacer la Ley del Trabajo a su leal saber y entender. No es un secreto para nadie que a Esteban los sindicatos no le gustan, realmente no le gusta nada ni nadie que no acate sus deseos y órdenes. Es por ello que hay que estar muy alerta sobre lo que hacen en Miraflores con la referida ley
SIMÓN BOCCANEGRA/NDO/TalCualDigital
Cuando a Chacumbele se le ocurrió expropiar los automercados CADA, buena parte de sus trabajadores celebraron, pues creyeron ingenuamente que les iba a ir mejor con Esteban como patrón que con uno privado.
Hoy, llevan dos años esperando que discutan el contrato colectivo, mientras que los administradores puestos por el Gran Caporal en esa empresa irrespetan los derechos laborales como les da la gana. Algo similar ocurre en Agro Patria, antes Agro Isleña.
Varios obreros de las empresas del aluminio tienen que hacer huelga y encadenarse para que les paguen sus prestaciones sociales, mientras que Ferrominera no cancela el seguro social de sus empleados desde 2008. En Planta Centro su sindicato reclama que faltan inversiones para poner operativo uno de los generadores de electricidad.
Todas estas protestas que reseñamos ocurrieron la semana pasada y fueron recogidas en la página www.conflicto.org.ve, que este minicronista recomienda visitar a todos, pero en especial a los que dicen que en este país no pasa nada.
Estos reclamos laborales se producen mientras los sindicaleros chavistas, con Wils Rangel a la cabeza, le entregaron al Caporal, así bautizado por Rangel, la potestad para hacer la Ley del Trabajo a su leal saber y entender. No es un secreto para nadie que a Esteban los sindicatos no le gustan, realmente no le gusta nada ni nadie que no acate sus deseos y órdenes. Es por ello que hay que estar muy alerta sobre lo que hacen en Miraflores con la referida ley.
Ya desde el movimiento sindical chavista, en el cual hay un sector que no ha claudicado ante Chacumbele, se viene alertando sobre las intenciones anti-obreras del gobierno.
En ese mundo no todos son Rangel y Oswaldo Vera, también hay gente como Marcela Máspero, que le pide a los trabajadores que abran los ojos y no se dejen engañar y perjudicar. La Ley del Trabajo debería discutirse en la Asamblea Nacional, de cara al país y con la participación de todos los sectores.
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