El partido Copei realizó ayer la elección de su nuevo presidente, donde los comicios favorecieron a Roberto Enríquez con el 80% de los votos escrutados. Por su parte, Luis Ignacio Planas, actual jefe de la tolda verde, recibió el restante 20% de los sufragios.
La jornada estuvo signada por fuertes acusaciones contra la comisión electoral del partido, y la publicación de un informe en el que se señala que cerca de 39.000 electores son infiltrados del PSUV.
La participación del electorado fue de alrededor 160.000 militantes del partido. Enríquez salió favorecido en 21 estados, mientras que planas sólo conquistó 3.
El expresidente del partido socialcristiano, dijo que lo que debió ser un proceso transparente y democrático se desarrolló de manera irregular, clandestina y viciada. “Estoy asqueado de las prácticas que está tomando un sector del partido, no representan los valores de la organización. Son prácticas que en el pasado comprometieron el prestigio de los partidos políticos”, expresó. Dijo que si la situación no tomaba un rumbo distinto, ponía en duda su permanencia en el partido.
Por su parte, el secretario nacional de Copei, Víctor Cedeño, acusó al presidente de la comisión electoral, José Curiel por el infiltro de al menos 38.472 militantes del PSUV.
Curiel se defendió de los señalamientos que se le hacían, al afirmar que el proceso se llevó a cabo con normalidad. “La militancia tiene interés en elegir a sus autoridades, y que no sean los dirigentes los que lo hagan a dedo”, indicó
TalCualDigital
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