ANTONIO MARIA DELGADO /ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
Aparentemente descontento con sus actuales posibilidades de reelección, el presidente Hugo Chávez ha optado por adoptar un lenguaje más violento y atemorizante en su discurso electoral, mostrando no tener reparos en ganar votos a través del miedo, si es que no logra conseguirlos despertando afecto.
Chávez, cuya campaña de “Corazón Venezolano” trataba de venderlo como el candidato del amor y la esperanza, conjuró esta semana el espectro de una guerra civil que consumiría al país petrolero de perder él los comicios del 7 de octubre frente a su rival Henrique Capriles.
Analistas dijeron que es un pronunciamiento de suma irresponsabilidad para un presidente y va en contra de toda aquella persona que profese ser demócrata, siendo el equivalente de decirle al elector que vote por quien quiera, mientras simultáneamente le coloca en la sien un revolver cargado.
“¿Qué significa de boca de un presidente, que es jefe de las Fuerzas Armadas y que a su vez tiene bajo su mando a las milicias armadas, cuando dice voten por mi porque si yo no gano vamos a una guerra civil? ¿Cómo se pueden realizar elecciones libres bajo ese tipo de amenaza?”, preguntó desde Miami el analista político Esteban Gerbasi.
“Es un acto demencial. En un país serio, ante un pronunciamiento como este, un magistrado de la Sala Constitucional de la Corte Suprema saldría con un par de enfermeros para colocar al presidente dentro de una camisa de fuerza”.
El presidente Chávez intentó el miércoles distanciarse de su propio pronunciamiento, señalando que había sido mal interpretado por los medios de comunicación.
Pero las declaraciones del mandatario, ampliamente divulgadas por la prensa internacional, muestran a un Chávez haciendo uso de la amenaza para tratar de intimidar al elector.
“¿Qué les conviene? ¿Una guerra civil? Sólo le conviene a la derecha fascista encarnada por el majunche [término despectivo empleado por el mandatario para referirse a Capriles]. “Hasta los ricachones, hasta a las familias ricas que le gusta la tranquilidad, les interesa que gane Chávez”, indicó Chávez el fin de semana ante sus seguidores.
Los venezolanos habían escuchado previamente comentarios como ese del presidente venezolano, quien hace uso del miedo y de la intimidación como armas políticas para mantenerse en el poder.
Pero el mensaje contrasta con los esfuerzos iniciales esgrimidos por la campaña del mandatario, en las que trataba de mostrarse como el personaje amoroso y cristiano preocupado por el bienestar de los venezolanos.
Chávez, Corazón Venezolano, era una campaña con reiterativos mensajes de amor, solidaridad y afecto hacia la población del país petrolero.
Pero aunque millones fueron gastados en esa campaña, el de esta semana es un Chávez más de acorde con lo que los venezolanos ya están acostumbrados a ver, y las amenazas que esgrimió eran hasta cierta forma esperadas ante señalamientos de que su ventaja inicial ante Capriles se ha esfumado.
“El miedo es para él un instrumento que usa para beneficio suyo; pero esto es ya un extremo, porque expresa que si ocurriera el inédito hecho, para él, de que Capriles gane las elecciones, entonces habría que defender nada menos que con las armas en la mano ese triunfo opositor”, expresó el analista político y ex diputado Alberto Franceschi.
“De manera que la gente tiene que agregar al coraje cívico de ir a votar, el coraje de exponer la vida para defender esa victoria. Ese es el temor que él quiere sembrar en la gente, en un pueblo, que es de una tradición específicamente pacifista”, añadió.
Es una amenaza dirigida directamente contra el venezolano pacífico, que espera un cambio en el país, de parte de un hombre que ha demostrado ser violento, tras haber participado en dos insurrecciones armadas, y que tiene en sus manos a las Fuerzas Armadas.
“Le dice, si se te ocurriera confrontarme, si se te ocurriera discutir mi liderazgo, tienes que asumir las consecuencias de que tendrás que exponer el equilibrio del país, la república y tu propia seguridad personal”, sostuvo.
El ex canciller Armando Durán declaró que el pronunciamiento forma parte del usual juego del mandatario de arrear a punta de garrote y zanahorias al pueblo venezolano.
En la rueda de prensa que sostuvo el miércoles, Chávez se mostró mucho más dócil, más tranquilo, dejándose ver como si fuese un manso cordero, señaló.
“Pero evidentemente hay una estrategia del miedo que está en marcha”, subrayó el ex canciller.
Está tratando de generar miedo para que la gente no vote, está tratando de asustarla con que el voto no es secreto, cosa que es absolutamente falsa, pero que trata de inducirla con la famosa Lista Tascón”, comentó Durán, en referencia a la lista empleada por el gobierno para castigar a los opositores que firmaron contra Chávez en el referendo revocatorio.
Gerbasi añadió que las amenazas son particularmente preocupantes por el enorme poder que acumula el mandatario, quien no sólo es jefe del estamento militar, sino que también tiene casi absoluto control sobre la Asamblea Nacional y el sistema judicial del país.
A esto hay que sumarle, el control que tiene sobre las milicias, organización de miles de civiles armados que obedecen directamente a él y no a los generales y almirantes de la Fuerza Armada Nacional.
El Nuevo Herald
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