Por; VenEconomía
En la Gaceta Oficial No. 40.002, del jueves 6 de septiembre salió publicada la resolución del Banco Central de Venezuela con las regulaciones para la apertura y manejo de las cuentas en dólares en la banca universal que opera en el territorio nacional, a entrar en vigencia el lunes 17 de septiembre.
Entre los aspectos positivos que contiene esta resolución está que toda persona natural mayor de edad, o jurídica residenciada o domiciliada en el país tendría las puertas abiertas a estas cuentas, con sólo presentar similares recaudos a los que se requieren para abrir una cuenta en bolívares, y sin que se le exija un monto mínimo. Y que el depositante puede utilizar su dinero fuera del país mediante retiros en dólares en cajeros automáticos o pagos mediante una tarjeta de débito.
Pero, no todo es color de rosa, pues la resolución impone al cliente nacional varias limitaciones que podrían hacer poco atractivas estas cuentas.
Para comenzar, todo depósito debe probar su origen legítimo. De allí que las divisas deberán provenir principalmente de operaciones con el SITME (el engorroso y nada efectivo Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera) o del Sitcome, dos de las fuentes que el Gobierno cataloga como de origen “legítimo”, aunque deja algunas rendijas de fuentes legítimas, tales como, honorarios profesionales o venta de activos en el exterior.
Otra limitante es que las cuentas no ganarán intereses y los saldos otorgados por el SITME sólo podrán mantenerse por un lapso máximo de tres meses, en el caso de las personas jurídicas; o por 12 meses las personas naturales.
No se permite realizar transferencias entre cuentas en moneda extranjera en Venezuela, se prohíbe recibir cheques en moneda extranjera y no podrán ser manejadas a través de chequeras.
Adicionalmente, el retiro de dinero en los bancos nacionales sólo podrá ser en la moneda de curso legal (bolívares), y al tipo de cambio oficial de Bs.4,30:$, o por la compra-venta de los bonos en el exterior para su posterior negociación a través del SITME.
Estas limitantes hacen difícil de creer que este nuevo sistema de acceso a divisas esté dirigido realmente a beneficiar al público venezolano en general.
Más bien el sistema vendría a favorecer, por un lado a las empresas extranjeras no domiciliadas en el territorio nacional que participen en proyectos de inversión pública, por ejemplo las empresas de los socios chinos, iraníes y bielorusos, las cuales pueden abrir y movilizar sus cuentas en dólares con menos restricciones que las nacionales. Y por otro, a las empresas estatales exportadoras, tales como PDVSA, que podrán destinar a estas cuentas un porcentaje de las divisas de sus operaciones en el exterior, para luego convertirlas a Bs.5,30:$, y beneficiarse con el diferencial cambiario.
La realidad es que ésta, como otras medidas cambiarias, es una devaluación parcial para buscar recursos y mitigar la crisis de caja del Gobierno.
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