Muchos coinciden en que Maduro ya es el presidente encargado, de facto, aunque no haya declaratoria de ausencia temporal. Lo que sí está claro es que en el propio chavismo esta situación, y hasta el socialismo, son pura comiquita
La enfermedad de Esteban tiene al chavismo dividido. No hablamos entre los maduristas y los diosdadistas. Quizá también. Hablamos de los dos grandes grupos que se enfrentan a su particular diatriba.
Unos comunistas piden orar y rezan, un tremendo salto de talanquera espiritual. Otros andan ocupados de la fulana sucesión. En Aporrea se encuentran todos y leerlo es gracioso. Allí unos defienden a Maduro, otros hablan de que una democracia socialista de verdad debe discutirlo todo. Mientras tanto, algunos le dicen que esté alerta, que no se deje conquistar por "la canalla", que siga actuando igualito que el jefe.
Muchos coinciden en que el hombre ya es el presidente encargado, de facto, aunque no haya declaratoria de ausencia temporal. Lo que sí está claro es que en el propio chavismo esta situación, y hasta el socialismo, son pura comiquita./Fuente: TalCualDigital
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