SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Al menos tres veces el Presidente dijo estar curado. En su mensaje a la Nación desde la Asamblea Nacional en enero de 2012 dijo "he regresado" listo para la batalla. Luego antes de comenzar la campaña electoral dijo que estaba pepito para buscar votos y ser electo para otros seis años de gobierno.
Antes de las elecciones, en su última rueda de prensa como candidato, incluso dijo que "de eso ni me acuerdo" cuando fue consultado sobre si el cáncer le impediría gobernar. Su campaña se montó sobre la idea de que el hombre estaba fino para mandar por otro período y que el cáncer era cosa del pasado. Pero apenas dos meses después de electo, y antes de tomar posesión, anuncia de nuevo cáncer, dolores, operación y demás. No debe ser algo sencillo porque ya no es "asintomático".
El sábado el hombre dibujó un escenario probable donde no podría asumir nuevo gobierno el 10 de enero. Luego, Diosdado Cabello dijo con su cara bien lavada, y lo repitió en la sesión de la AN de ayer, que "todo el que votó por Chávez sabía que estaba enfermo". No, diputado, ustedes se encargaron de decirle al país lo contrario. Una vez más, pidieron votos en base a mentiras, no solo por la cantidad de promesas vacías.
Dicen que la historia la escriben los vencedores. En el caso venezolano, la intentan escribir los aprovechadores. Urge una profunda reflexión sobre cómo se maneja el país. Esto no es una pulpería. ¿Por qué el CNE, como Poder Electoral autónomo, nunca pidió un informe médico? La excusa de que no está en ninguna ley no sirve, porque para eso son Poder Electoral.
Por cierto, los diputados de la oposición votaron unánimemente por darle el permiso al Presidente para ausentarse de nuevo del país en respeto a su tratamiento. Muy válido. Lamentablemente ni se les ocurrió pedir un informe médico como lo manda la ley. Se contentaron con la cadena del sábado y una carta. ¿Cuál Estado de derecho?.
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