Por: VenEconomía
El 16 de diciembre de 2012 es una fecha de extrema relevancia para el futuro de Venezuela. Ese día se definirá si el mapa del país se pinta de rojo, y con ello se imponga la primacía comunista de gobernadores designados por el dedo presidencial, o si los gobiernos regionales mantendrán el tinte multicolor con la Unidad Democrática reteniendo los espacios territoriales de hoy y conquistando nuevos.
Por un lado, este 16 de diciembre la meta del chavismo es lograr una aplastante victoria en la mayoría de las gobernaciones y legislaturas regionales y, también, propinarle una rotunda derrota a los líderes de mayor relevancia de la Unidad Democrática, tales como lo son: Henrique Capriles Radonski (Miranda), Henri Falcón (Lara), Pablo Pérez (Zulia) y César Pérez Vivas (Táchira), entre otros.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tendría dos grandes ventajas para este domingo. Por un lado, pareciera que todavía muchos opositores están rumiando la derrota del 7 de octubre y, por tanto, desmotivados a votar el próximo domingo. Una decisión por demás errónea y sin razón. Por otro, el nuevo despertar de la emocionalidad del electorado chavista debido al acelerado desenlace del deterioro de la salud del presidente Hugo Chávez, anunciada por el propio mandatario e informada por el vicepresidente Nicolás Maduro y otros de sus más fieles lugartenientes. De allí que otra vez la precaria salud del Presidente podría inducir al voto de sus electores, a pesar de que en las elecciones de gobernadores tradicionalmente registran una alta abstención.
Por su parte, la Unidad Democrática está realizando un gran esfuerzo no solo para mantener los espacios conquistados en siete de las gobernaciones clave (Miranda, Monagas, Nueva Esparta, Lara, Táchira, Carabobo y Zulia) sino para lograr la victoria en otras con alta potencialidad y dirigentes con arraigo en sus regiones tales como lo son Bolívar, Mérida, Sucre, Vargas y Amazonas.
Pero, alcanzar esta meta depende no solo del liderazgo político, sino también del apoyo de la ciudadanía que aspira a reinstaurar vía elecciones, el Estado Federal y democrático como dicta la Constitución de la República, e impedir que se destruya todo el proceso de descentralización y se vuelva a tener gobernadores al servicio de un mandamás y no de los intereses de los gobernados.
Es imposible, y sería un haraquiri a la democracia, subestimar la importancia de las elecciones de este domingo 16, pues es innegable que sería esta dirigencia regional conjuntamente con el alcalde metropolitano, Antonio Ledezma, la que tendría en sus manos liderar el próximo proceso de elecciones presidenciales que pareciera se deberá realizar en el primer trimestre de 2013. El mandato democrático es VOTAR. ¡Tu Voto hace la diferencia!
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