Por: Teodoro Petkoff/TalCualDigital
La situación creada en el país a raíz de los anuncios y viaje del Presidente, hace más evidente aún, si cabe, la necesidad de una masiva votación de los partidarios de la alternativa democrática en las elecciones del próximo domingo.
Se eligen gobernadores, como es sabido, amén de los consejos legislativos. La necesidad de mantener las ocho gobernaciones dirigidas por gente de la alternativa democrática, es decir, opositores, e incluso de añadir algunas más, luce hoy muy factible.
Desde luego, con una condición: que el 45% de venezolanos que votaron por Capriles Radonski participe el domingo con el mismo entusiasmo del 7-0. Hay que vencer el triunfalismo y también la indiferencia de algunos, que consideran innecesario votar.
En esta larga batalla que dura ya casi catorce años, el secreto de haber logrado contener, en lo esencial, el autoritarismo chavista, ha residido en que sus adversarios desde el 2006 en adelante, no se han rendido y han dado la cara en cada episodio de confrontación electoral.
La abstención del 2005 le había entregado la AN completa al chavismo. La lección fue aprendida. Más aún, desde 2007 en adelante, la votación opositora no ha hecho sino crecer, hasta haber alcanzado la mitad del total de votos válidos, en tanto que la votación chavista ha descendido sistemáticamente, desde sus porcentajes superiores al 60%, también hasta la mitad de los votantes.
La excepción fue el 7-0, cuando Capriles alcanzó el 46% de los votos y Chávez el 54%. Esto revela que una parte de los partidarios del régimen no transfiere automáticamente sus votos a cualquier opción que presente el lado contrario. De manera que es bien difícil que muchos de los "batequebraos" que lanzó Chávez en los estados tengan chance alguno de derrotar a sus contendores democráticos. Por supuesto, repetimos, a condición de que todo el mundo salga a votar.
La experiencia nos ha demostrado que el camino democrático y electoral, asumido sin vacilaciones desde 2006, ha conducido a crear un bloque social y político que se las ve de tú a tú con el que apoya a Chávez. Los procesos electorales, desde 2007, han mantenido siempre en alerta a los opositores y eso es lo que ha permitido ganar o perder muy apretado, llevando a recuperar presencia significativa en la Asamblea Nacional y ganar varias de las gobernaciones más importantes del país. Esa progresión debe ser mantenida el domingo 16. El camino es largo, pero es el camino.
Es innecesario insistir en la significación de las gobernaciones. No hay que pensar en cada una, aisladamente, sino ver el conjunto. Un bloque de ocho o más gobernaciones y consejos legislativos conforma tanto una importante referencia política como una decisiva palanca de apoyo institucional para la lucha social y política.
Sería muy negativo que en lugar de seguir avanzando por el camino que conduce inexorablemente a la derrota electoral del chavismo, echemos hacia atrás. De modo que no hay otra. El domingo 16 o votamos o votamos.
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