Por: VenEconomía
Para VenEconomía termina un nuevo año de labor analítica del acontecer económico, político y social del país, para sumar tres décadas en circulación. Termina así 2012, uno de los años más difíciles en la última década para los venezolanos, marcado por un complicado acontecer político y social, así como por un ingente deterioro del panorama económico.
En lo político, 2012 estuvo marcado por un determinante proceso electoral que debía haber cambiado la historia de la República para retomar la senda democrática y de progreso, dado el arduo trabajo de Unidad, claridad de objetivos y coherencia realizado por la oposición democrática.
Lamentablemente, la balanza se inclinó en contra del líder democrático Henrique Capriles Radonski con el peso de: la ausencia de autonomía de los poderes públicos; la clara parcialización del Consejo Nacional Electoral; un tejido legal y un desaforado gasto público al servicio del proceso comunista que implanta Hugo Chávez en Venezuela; un descarado ventajismo de la élite en el poder; un mensaje malévolo que proclamaba que el voto no era secreto con el objetivo de aplicar chantaje a los miles de venezolanos que subsisten con las dádivas del Estado. A pesar de todo esto la alianza democrática captó el apoyo de más de 6,6 millones venezolanos, de los más de más de 14,7 millones de votantes.
Además de que el Gobierno siguió en este 2012 acumulando violaciones a los derechos humanos de quienes disienten de las políticas de Chávez, manteniendo presos por razones políticas a venezolanos inocentes, y coartando la libertad de expresión e información.
En lo social, este 2012 fue marcado por un incremento de la delincuencia y de la inseguridad ciudadana que ha cobrado la vida de más de 20.000 ciudadanos, lo que sigue colocando a Venezuela como uno de los cinco países más violentose inseguros del planeta. Esto sumado a que la pobreza siguió campeando y la “política” habitacional desarticulada, sin planificación y sin estándares de calidad y seguridad, continúa manteniendo hacinados a miles de venezolanos en refugios precarios, insalubres e inseguros.
En lo económico, 2012 fue un año horribilis, con un crecimiento ficticio producto de un gasto fiscal sin precedentes que está dejando un déficit fiscal hasta de 19% del Producto Interno Bruto; así como una montaña de deuda pública sin parangón. Un año donde se persistió en aplicar controles de precios y de cambio, en expropiar propiedades y en promulgar leyes espurias que cercenan derechos constitucionales de propiedad y libre empresa, para instaurar un Estado comunista reñido con la Carta Magna de 1999 y el espíritu libertario de los venezolanos.
Todo ello aunado, gracias a una política de desinversión y falta de mantenimiento, con el continuado deterioro del Sistema Eléctrico Nacional, de los servicios públicos, de la infraestructura vial y de la principal industria del país, Petróleos de Venezuela. El clímax de la destrucción a la que ha llegado PDVSA se evidenció con dos accidentes fatales: el del derrame en el Río Guarapiche, en Monagas, y el dantesco incendio en la Refinería de Amuay en Falcón.
Con todo este oscuro escenario de 2012 a cuestas, y con el pronóstico de un 2013 aún menos promisorio, VenEconomía para el Año Nuevo sólo augura ¡que los venezolanos logren parar el avance comunista en las próximas dos contiendas electorales que se darán de aquí al primer trimestre de 2013!
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