Por: VenEconomía
¿Qué se puede esperar en un país que lleva 14 años escuchando desde la alta magistratura un mensaje de odio y desconocimiento en contra de casi la mitad de la población que piensa diferente?
O qué se puede esperar en un país donde la justicia baila al son que se toque en Miraflores, donde los dictámenes de los jueces tienen un precio, incluso el de la libertad. Donde la impunidad va a galope, con los criminales campeando por las calles sin que se haya registrado, por ejemplo, ni un detenido en el 92% de los más de 19.000 homicidios que se reportaron en 2011.
Mientras que policías inocentes van a la cárcel por delitos no cometidos y las cárceles se han convertido en antros de violencia y fábricas de delincuentes.
¿Se puede esperar algo bueno en un país donde por razones políticas el Ejecutivo Nacional desarticula las policías regionales donde gobiernan adversarios de su “revolución”, para crear una Policía Nacional que a más de tres meses de su puesta en funcionamiento no ha logrado bajar ni un ápice la ingente ola de secuestros y homicidios que acoquina al ciudadano? O a ¿dónde puede llevar una política de desarme de la población civil, sin una estrategia y planificación para no dejar al ciudadano a merced del hamponato organizado?
Consecuencia de esto, y de otras aberraciones en materia de seguridad que aplica el chavismo, es lo que ha llevado a que Venezuela se encuentre entre los primeros cinco países con mayor tasa de delincuencia, violencia, secuestros y homicidios en el mundo.
Son esas erradas (o inexistentes) políticas lo que ha inducido a que se hayan registrado unos 162 mil homicidios en todo el país entre 1999 y 2012 y que, según Roberto Briceño León, llevaría a que este año termine con más de 21.400 homicidios. También, lo que ha provocado que se hayan registrado en el año en todo el país unos 3.000 secuestros, contando los muchos que no se denuncian, como informara el criminalista Femín Mármol. Son el motivo de que, el país hoy ocupe el segundo lugar en Latinoamérica en homicidios de adolescentes, como revelan los datos de la Unicef.
Tal es la barbarie en materia de inseguridad que ya no sorprenden hechos como los registrados el domingo en la noche en Los Palos Grandes donde, cómo excepción a la regla, las policías de Chacao y Sucre se enfrentaron exitosamente con una banda que había ejecutado siete secuestros “Express” en una sola noche, lo que evidencia una alta organización y la constatación de la falta de planes y estrategia en materia de seguridad ciudadana. Ni alarma que estas bandas tengan en su poder armas de guerra, entre ellas granadas y armamento de alto alcance que hace que los blindados terminen siendo vehículos de papel.
Bajo estas circunstancias, que no se sabe si se han dado por ineficacia, desinterés o con toda intencionalidad para mantener el control de la población, en Venezuela el grito para todo el mundo es ¡sálvese quién pueda!
No hay comentarios:
Publicar un comentario