Que la devaluación es para defender "los dólares del pueblo", mientras el propio Giordani asegura que sin control cambiario las reservas internacionales (es decir, los dólares del pueblo) no aguantarían tres días. Cualquiera diría que esa defensa debería ser contra los propios administradores-saqueadores que gobiernan
SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
En 2012, el gobierno dijo que este año no habría devaluación. Fue el propio Nelson Gerentes, presidente del BCV, el mismo que tuvo que anunciar la devaluación no más empezado el año.
Entonces decían que era "la derecha" la que estaba "mintiendo" y metiendo miedo a la población pobre. Ahora confirman lo tantas veces dicho por analistas y por los números.
También dicen que la devaluación no afecta a los pobres (porque según Giordani, en los CDI no se paga en dólares), pero entonces, ¿qué miedo le estaban metiendo a esos pobres? Ahora dicen que la devaluación no forma parte de un paquetazo porque no es un conjunto de medidas neoliberales.
Sin embargo, uno ve que la modificación del tipo de cambio no vino sola, sino que llegó con ajuste de la Unidad Tributaria, con eliminación del Sitme, con creación de un nuevo Órgano para definir prioridades de importación, con no reconocimiento de deudas a 4,30 y con racionamiento de medicinas (como asomó la presidenta de la Sundecop) y hasta con beneplàcito del Fondo Monetario Internacional.
Si un paquetazo depende de que las medidas no sean "aisladas", allí lo tenemos. Y eso que aún no han aumentado la gasolina, cosa que siguen negando (como negaron la devaluación en 2012), ni anunciado un nuevo impuesto al débito bancario. Por cierto que a uno se le ocurre que lo lógico era implementar, desde 1999, un esquema de revisión de precios del combustible anualizado, por decir algo.
Ahora dicen que las medidas económicas son buenas. Que la gente está feliz de que ahora su sueldo, sus ahorros y cada billete en su bolsillo valga menos, hasta los muestran por televisión.
Que la devaluación es para defender "los dólares del pueblo", mientras el propio Giordani asegura que sin control cambiario las reservas internacionales (es decir, los dólares del pueblo) no aguantarían tres días. Cualquiera diría que esa defensa debería ser contra los propios administradores-saqueadores que gobiernan.Otros se siguen comiendo la coba de que la devaluación protege al país de "la guerra financiera extranjera".
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