Investigadores estadounidenses confirman que los refrescos de dieta causan daños en el organismo al no recibir el azúcar que el cuerpo necesita
Las personas que beben refrescos de dieta tienen los mismos problemas de salud que las que beben refresco regular, según un nuevo informe. Los investigadores de la Universidad de Purdue, Indiana, EEUU, revisaron una decena de estudios publicados en los últimos cinco años que examinaron la relación entre el consumo de refrescos de dieta y sus efectos en la salud.
Después publicaron un artículo de opinión con sus resultados en la revista Trends in Endocrinology & Metabolism y dijeron estar “atónitos” con los resultados.
"Sinceramente pensaba que los refrescos de dieta serían marginalmente mejores que los refrescos regulares en cuanto a la salud”, dijo Susan Swithers, autora de este artículo de opinión, neurocientífica conductual y profesora de Ciencias Psicológicas. “Sin embargo, tienen un efecto contrario al esperado”.
Los edulcorantes artificiales que contienen los refrescos de dieta satisfacen el antojo de algo dulce sin las calorías. Pero, ese es el problema, de acuerdo con los investigadores. Es algo así como gritar: “¡Ahí viene el lobo!”.
El azúcar falso burla al cuerpo al simular que le entrega un alimento real. Sin embargo, cuando tu cuerpo no recibe lo que espera, se confunde y no sabe cómo responder.
Aunque los estudios examinados solo analizaron los refrescos de dieta, los investigadores sugieren que esto podría aplicarse a otros productos que contienen endulzantes artificiales.
“Has arruinado todo el sistema, así que cuando consumes azúcar real, tu cuerpo no sabe si debe tratar de procesarlo porque el azúcar falsa lo ha engañado muchas veces”, dice Swithers.
A nivel psicológico, esto significa que cuando las personas que beben refrescos de dieta consumen azúcar real, el cuerpo no libera la hormona que regula la concentración de azúcar en sangre y la presión arterial.
Quienes beben refrescos de dieta tienden a subir más de peso que quienes no lo hacen, indica el reporte.
“El sabor dulce provoca la liberación de insulina, que reduce la concentración de azúcar en sangre; si no se consumen carbohidratos, cae el nivel de azúcar en sangre, lo que desencadena el apetito y provoca que se te antoje el azúcar”, dice la experta en dieta y condición física de CNN, Melina Jampolis.
Los edulcorantes artificiales también debilitan al “centro de gratificación” del cerebro, lo que puede provocar que consumas más alimentos dulces ricos en calorías, según el reporte.
La Asociación Estadounidense de Bebidas señala que el informe es “un artículo de opinión, no un estudio científico”.
“Los edulcorantes bajos en calorías son algunos de los ingredientes más estudiados y analizados del suministro de alimentos de la actualidad”, señaló la asociación a través de un comunicado.
“Son una herramienta segura y eficaz para bajar y controlar el peso, en conformidad con décadas de investigaciones científicas y agencias reguladoras de todo el mundo”.
Sin embargo, los efectos negativos de los refrescos de dieta no solo se relacionan con el aumento de peso, según el reporte.
Se descubrió que aunque se mantuvieran en un rango de peso saludable, quienes beben refrescos de dieta tienen un riesgo considerablemente elevado de presentar alguna de las tres dolencias más letales en Estados Unidos: diabetes, enfermedades cardiacas y apoplejía.
“Hemos llegado al punto en el que es normal beber refrescos de dieta porque la gente tiene la falsa impresión de que es más saludable que darse el gusto de beber un refresco regular”, dice Swithers. “Sin embargo, las investigaciones han dejado claro que necesitamos ser conscientes de cuánto azúcar falso están consumiendo”.
La FDA (Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) aprueba cinco edulcorantes artificiales: el acesulfamo potásico (Sunett, Sweet One), el aspartamo (Equal, NutraSweet), el neotamo, la sacarina (SugarTwin, Sweet'N Low) y la sucralosa (Splenda).
“La sacarina fue uno de los primeros edulcorantes artificiales que salieron a la venta y de hecho es un producto derivado del alquitrán”, explica Swithers.
Los edulcorantes naturales como el Stevia —que no tiene calorías y es 250 veces más dulce que el azúcar común— no es una sustancia química, aunque es un extracto procesado de una planta e incrementa los riesgos a tu salud de forma similar a los edulcorantes artificiales. “El que algo sea natural no siempre quiere decir que sea más seguro”, dice Jampolis.
Es necesario hacer más estudios e investigaciones… mientras tanto, los expertos dicen: limita su consumo.
“Nadie dice que los dejes de consumir por completo”, aclara Swithers. “Sin embargo, los refrescos de dieta deberían ser un premio o un antojo igual que tu dulce favorito, no algo cotidiano”.
TalCualDigital
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