Los pedidos urgentes de agua mineral para humedecer la garganta y aclarar por qué todavía no han decidido qué hacer con el recurso de impugnación de los comicios del 14-A que presentó el señor Capriles
Puede que el Tribunal Supremo en estos tiempos de revolución antes chavista, ahora madurista sea visto como un jarrón en la entrada del Derecho Constitucional, la decoración ostentosa en la fachada de la democracia participativa, la cual ignoran a diario sus propios inspiradores.
Pero una cosa es segura. Los magistrados que allí laboran se dan con furia en la oratoria, bien sea para justificar el jugoso quince y último, o bien para defender el derecho según el color.
Por eso, los pedidos urgentes de agua mineral para humedecer la garganta y aclarar por qué todavía no han decidido qué hacer con el recurso de impugnación de los comicios del 14-A que presentó el señor Capriles.
TalCualDigital
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