Valero se reunió por espacio de 30 minutos con el máximo responsable de Naciones Unidas, al que entregó una carta de su Gobierno para que sea distribuida entre los otros 191 países miembros de la organización mundial.
“El Gobierno de Colombia, aliado con Estados Unidos, trata de iniciar una guerra contra Venezuela”, aseguró a la salida del encuentro el diplomático venezolano, que acusó al presidente colombiano, Álvaro Uribe, de haber “enloquecido".
Asimismo, resaltó que no solicitó ningún tipo de mediación de Ban, ni tampoco tiene por el momento intención de acudir a la Asamblea General de la ONU para pedir un debate sobre esta nueva crisis en la región.
También rechazó la posibilidad de que el organismo mundial envíe algún tipo de comisión para que investigue las denuncias colombianas de presencia guerrillera en suelo venezolano, que han sido el desencadenante de la actual crisis entre los dos países vecinos.
“Esta demostrado que no pocas veces se ha utilizado la mentira para invadir un país. Así ocurrió en Irak, cuando se inventó la manida posibilidad de que existieran armas de destrucción masiva”, indicó.
El embajador expresó el deseo de Caracas de que el nuevo presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien asumirá el cargo el próximo 7 de agosto, haga “una profunda rectificación” de la política de Uribe.
El mandatario saliente ha tratado “de empantanar y poner una suerte de cortapisas” a Santos con sus denuncias de presencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Venezuela, afirmó.
En su opinión, los próximos días “son muy peligrosos” y acusó a “la elite criminal que gobierna Colombia” de tratar de extender a Venezuela el conflicto interno colombiano.
“Los pueblos del mundo deben reclamar a los guerreristas, incluido a los que en Estados Unidos, en alianza con el Gobierno de Álvaro Uribe, pretenden hacerse con nuestro continente”, indicó.
Esa misma acusación es la que contiene la carta que Valero entregó al secretario general de la ONU, que atribuye la ruptura de relaciones con Colombia a “los planes de agresión en contra de la soberanía e integridad territorial de Venezuela".
“El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela considera que en este momento hay una probabilidad, como nunca existió en los últimos cien años, de que ocurra una agresión militar extranjera”, afirma la misiva.
En el escrito también se pide la revocación del acuerdo militar por el que fuerzas estadounidenses pueden utilizar al menos siete bases colombianas en el marco del combate al narcotráfico y el terrorismo.
Colombia denunció el jueves pasado en la Organización de Estados Americanos (OEA) la presencia de unos 1,500 guerrilleros de las FARC y del ELN en territorio venezolano.
En respuesta, Chávez anunció la ruptura de las relaciones y ordenó la “alerta máxima” en la frontera común para afrontar una eventual “agresión” por parte del Gobierno colombiano.
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