KEILYN ITRIAGO MARRUFO/TalCualDigital
Sumamente fiel a la revolución, de bajo perfil y abierta a las conversaciones sin radicalismos. Así describen a la nueva presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Gladys María Gutiérrez Alvarado, quien destronó a Luisa Estella Morales luego de sí conseguir la votación unánime de los magistrados en la Sala Plena este miércoles 8 de mayo.
Gutiérrez acompañó al presidente Hugo Chávez desde sus primeras aspiraciones presidenciales, cuando era dirigente del MVR. Luego participó como miembro de la Comisión Presidencial para la Reforma Constitucional, llegó a ser candidata a la Gobernación de Nueva Esparta y posteriormente diputada (suplente) de la Asamblea Nacional por la misma entidad. Se convirtió en una persona de extrema confianza para el fallecido Jefe de Estado, con quien habría sostenido una relación bastante personal.
Su llegada al máximo tribunal del país el 9 de diciembre de 2010 ocurre luego de haber sido Procuradora General de la República desde 2006, aún cuando no había sido juez de larga trayectoria. Antes fungió como embajadora de Venezuela ante el Reino de España, cónsul general de Venezuela en Madrid, ministro consejero en la embajada de Venezuela en España y directora-jefa de la Oficina de Secretaría del Consejo de Ministros.
La exmagistrada Blanca Mármol de León, pese a que no compartió directamente con Gutiérrez por estar en la Sala Penal y no en la Constitucional, recuerda que en sus coincidencias en Sala Plena siempre tuvo la impresión de que era una persona con la que se podía hablar con tranquilidad. “Un par de veces acudí a ella para pedirle que actuara en procedimientos contra jueces y ella atendió a mis solicitudes, puedo decir que cumplió”, apunta.
No obstante, Mármol de León dice no poder obviar que Gutiérrez ha firmado todas las decisiones “por las que Venezuela ha sufrido tanto últimamente”, entre ellas las de la continuidad administrativa, la que dio salida a los magistrados con períodos vencidos y la que reafirmó a Nicolás Maduro como presidente encargado al mismo tiempo de ser candidato sin separarse del cargo. “Tampoco es que está libre de polvo y paja”, apunta.
LA MALQUERIDA
Al lado del primer vicepresidente Fernando Vegas Torrealba, también encabezando la Sala Electoral y segunda vicepresidenta, Deyanira Nieves, al frente de la Sala de Casación Penal, Gutiérrez promete una gestión que profundizará en la construcción de un campo jurídico verdaderamente popular y elevará los niveles en rendimiento material.
"Fundamentalmente intentaremos profundizar y avanzar, particularmente en la comisión judicial que se trata del juez seguiremos tratando que ese funcionario público, además de una formación jurídica, sea ejemplo moral”, señaló en una improvisada rueda de prensa durante la cual dio a los medios palabras de apertura en la fuente a diferencia de las deterioradas relaciones mantenidas durante la era Morales. “Si hay alguna situación que corregir, así será".
Luego de seis años en el cargo, no están claras las razones que le impidieron a Luisa Estella Morales repetir como presidenta del TSJ; sin embargo, ha trascendido que desde hace un tiempo tuvo una fuerte caída de poder y carisma, acentuada por la muerte de su esposo (quien era funcionario y tenía una gran influencia en la institución), lo que le habría llevado a retrasar la escogencia de la nueva directiva por no contar ni siquiera con los necesarios 17 votos de 32. Además, presuntamente, a Gutiérrez se le habría ofrecido el cargo pero no había querido asumirlo.
La expresidenta Morales deja como deuda nunca haber atendido a los sindicatos del máximo juzgado, que reclaman la tardanza de la renovación del contrato colectivo; un asunto sobre el cual Gutiérrez, pese a haber sido cuestionada, no quiso pronunciarse directamente.
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