Ayer unos trabajadores del Banco Bicentenario denunciaron haber sido despedidos por razones políticas. Mientras las instituciones del Estado juegan al "yo no sé" y aseguran que no hay botados por persecución política, las denuncias siguen saliendo.
Como bien dijo el ministro Molina: "a mí no me importan las normas laborales". Ah, pero la Fiscal y cuanto gobiernero hay dicen que como hay inamovilidad las denuncias no tienen fundamento y que nadie ha llevado casos específicos a las "instancias correspondientes". Como si el Estado que aplica el apartheid va a admitir que lo hace.
En Cantv ya andan también sacando gente, hasta por mensajes y fotos de los celulares personales. ¿El Sebin estará colaborando con esto? Ni hablar de quienes confiesan "yo en twitter ni escribo, solo leo para que no me acusen".
Las denuncias hechas en mil medios de comunicación no serán suficientes para el Ministerio Público, porque allí la burocracia puede más que la noticia criminis.
TalCualDigital
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