miércoles, 19 de junio de 2013

La quincalla mediática

Las seguidas acusaciones de complot, aviones de la MUD, cartas envenenadas está convirtiendo a Nicolás Maduro en un personaje al que ya empiezan por no tomar en serio, aún en sus propias filas, tal y como lo señala Antonio María Delgado en El Nuevo Herald

ANTONIO MARIA DELGADO/ EL NUEVO HERALD / TalCualDigital
Además de enfrentar a la recién formada Fuerza Aérea de la oposición y tener que cuidarse de exfuncionarios estadounidenses que le esperan en esquinas oscuras para inocularle alguna enfermedad, Nicolás Maduro también debe lidiar con las operaciones de sabotaje del imperialismo que hacen estallar refinerías y utilizan Twitter para coordinar ataques a clínicas cubanas.

Aparentemente no hay mal en Venezuela que no haya sido causado por la oposición, o al menos así lo quiere hacer ver los altos portavoces de la “revolución bolivariana” en su desesperado intento por forjar la unidad dentro de sus filas, dijeron analistas.

Se trata de un creciente listado de acusaciones que hacen levantar más de una ceja en la comunidad internacional, al develar grados de paranoia aún mayores a las del fallecido presidente Hugo Chávez.

MENTIRAS FRESCAS
Pero algunos analistas dijeron que quienes lanzan las acusaciones saben que son falsas, y que las mentiras forman parte de una desesperada estrategia por crear unidad dentro de las filas del chavismo, en momentos en que el régimen de Maduro se ve arrinconado por señales de un mayor descontento popular.

“Yo le llamo quincallería mediática”, dijo José Vicente Carrasquero, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Simon Bolívar, en referencia a las múltiples acusaciones lanzadas contra la oposición en las últimas semanas.

“En Venezuela, la situación está muy mal. Ya hay gente en el chavismo que piensa que el gobierno no está funcionando bien. Eso deja a Maduro con la necesidad urgente de salir a apelar a algo que invite al nacionalismo, y a unirse alrededor del chavismo”, explicó.

Funcionarios del gobierno venezolano no estuvieron disponibles para conversar con El Nuevo Herald.

COMPLOT EN TODAS PARTES
Maduro, quien es acusado por la oposición venezolana de haberse robado las elecciones presidenciales del 14 de abril, ha lanzado en las últimas semanas una serie de planteamientos en los que alega que distintos sectores de la oposición buscan crear el caos con el fin de derrocarle.

En el más extremo de ellos, el heredero de Chávez respaldó un pronunciamiento que había sido formulado días antes por el ex vicepresidente José Vicente Rangel, en la que acusó a la oposición de adquirir 18 aviones de guerra en Texas, con planes de operarlos desde presuntas bases estadounidenses construidas en Colombia.

“Hay paraísos enteros donde usted va y compra el avión que le de la gana, de la marca que quiera y se lo dan y se lo lleva inmediatamente con piloto y todo y lo llena de droga cuando quiera y lo lleva para donde quiera, o de armas”, dijo Maduro en un reciente acto público.

“Vamos a ponernos de acuerdo [con Colombia], pero debe investigarse al más alto nivel la denuncia hecha por (...) José Vicente Rangel”, agregó.

Pero la investigación de los aviones tendría que esperar a la pesquisa que estarían realizando los órganos de seguridad respecto a otra denuncia, formulada esta vez por el propio Maduro, de que un grupo de expertos provenientes de Miami y vinculados con el ex subsecretario de Estado, Roger Noriega, pretende inocularle un veneno para enfermarle.

“Llegó un equipo de Miami junto a Roger Noriega […] Están preparados para venir a Venezuela e inocularme el veneno a mí, no para que me muera en un día, para enfermarme en el transcurso de los meses”, dijo Maduro por la televisión estatal a principios de junio.

“Tengan la seguridad que no van a lograrlo […] porque yo voy a vivir muchos años y voy a ser presidente de este país por muchos años también”, agregó.

¿LA MUD INCENDIÓ AMUAY?
Esa investigación aún estaría por comenzar, pero hay otra que ya está bastante avanzada, dijo Maduro en otra ocasión.

Se trata de la pesquisa sobre la explosión del 2012 de la Refinería de Amuay —siniestro que dejó 40 muertos, decenas de heridos y pérdidas estimadas en varios cientos de millones de dólares.

Funcionarios de la industria petrolera ya habían expresado en público que ese siniestro había sido provocado por la detonación accidental de una acumulación de gases en la refinería, pero Maduro adelantó otra tesis.

“A mí no me queda duda, aquel fatídico 25 de agosto, cuando la derecha fascista le metió una puñalada a la refinería, que ardió y explotó”, declaró Maduro el domingo.

“Están en marcha las investigaciones y hay muchos indicios, pero la derecha fascista, con los aliados imperiales, fueron los responsables de ese ataque contra la Patria. […] Ellos [la oposición] lo hacen de tal forma que parezca un accidente”, sostuvo.

LOS MUERTOS DEL 15 DE ABRIL
Como si lo anterior fuese poco, integrantes de la oposición también son los responsables de las personas que murieron el 15 de abril, cuando cientos de miles de venezolanos salieron a protestar en las calles el pronunciamiento del chavista Consejo Nacional Electoral que le dio la victoria a Maduro haciendo caso omiso de cientos de irregularidades denunciadas por la oposición.

Videos grabados durante las manifestaciones mostraron que la gran mayoría de las muertes fueron provocadas por agentes del orden público que abrieron fuego contra los manifestantes, pero el gobierno sostiene que los muertos eran chavistas que fueron atacados por elementos violentos de la oposición en los Centros de Diagnósticos Integral (CDI), operados por personal cubano.

Estos ataques, según Maduro, fueron orquestados por el periodista Nelson Bocaranda a través de su cuenta de Twitter.

“Un periodista llamado Nelson Bocaranda Sardi que ha trabajado para el Departamento de Estado desde los años 70, ha trabajado con el gobierno de los Estados Unidos mucho tiempo […] puso en su cuenta de Twitter que en los CDI […], los médicos y médicas cubanas escondían las urnas electorales con los votos de los venezolanos del fraude que ellos denunciaban que se había hecho”, declaró Maduro el lunes desde Italia. Bocaranda fue quien “desencadenó los ataques”, sostuvo.

CÓMO UNIR AL PSUV
Los analistas comentaron que son muy pocos en Venezuela los que se toman en serio este tipo de acusaciones, en parte porque reconocen que se trata de un patrón de comportamiento que fue utilizado hasta el cansancio por el propio Chávez, quien durante su presidencia denunció la existencia de múltiples complots y varios planes para asesinarle.

Los anuncios de Chávez, a su vez, eran una imitación de las denuncias formuladas en Cuba por el propio Fidel Castro, quien habría sobrevivido más de 500 atentados contra su vida que habrían sido frustrados por sus organismos de seguridad, comentó el analista Alberto Franceschi.

“Es una receta cubana que en su momento Chávez siguió al pie de la letra, y que consiste en armar permanentemente una alharaca, de un peligro supuesto, para justificar algunas persecuciones reales de gente que consideran peligrosa”, dijo Franceschi.

Las acusaciones podrían tratarse de cortinas de humo, generadas por el gobierno para tratar de distraer la atención sobre los problemas que enfrenta, una especie de esfuerzo por darle más “circo” al pueblo en momentos en que las dificultades económicas del país están agravando la escasez de “pan”.

Pero también podría tratarse de la tan requerida justificación a un incremento de las políticas de represión, que le permitiría a Maduro combatir el creciente descontento, advirtió Franceschi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario