El plan original de la FAO era entregarle a Nicolás dos premios, y no solo uno. Lo que pasó es que allá también se enteraron de que aquí la nueva moda comercial es el "solo dos por persona", y no quisieron quedar como copiones.
La tarjeta de racionamiento en Venezuela es de facto, te guste o no. El equivalente al cartoncito cubano es ese cartel pegado en los anaqueles poniendo límites a cuánto comprar. Y pensar que aquí hubo una época del "ta’ barato dame dos".
TalCualDigital
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