Dentro de la degradación a la que ha conducido el trío Castro-Chávez-Maduro a Venezuela, juega un papel primordial el compinche, la permisividad y la impunidad con el narcotráfico internacional.
Esta semana, desde Francia llegó la noticia de la incautación de 1,3 toneladas de cocaína pura, por un valor estimado de $210 millones, que viajó desde el Aeropuerto de Maiquetía-Venezuela hasta el Aeropuerto Charles de Gaulle-Paris en un avión comercial de Air France.
El cargamento de cocaína, el botín más grande decomisado en esa Capital según el ministro del Interior de Francia, Manuel Valls, llegó dentro de 30 maletas incógnitas, pues al parecer viajaron sin estar registradas a nombre de ninguno de los pasajeros del vuelo de Air France.
Tras el decomiso de estas valijas narcomulas se han producido seis detenciones en Paris de personas presuntamente relacionadas con el narcotráfico internacional, y de tres efectivos militares (dos sargentos y un teniente de la Guardia Nacional) en Caracas, quienes increíblemente tendrían el poder de movilizar tal cantidad de droga según parece quieren hacer ver las autoridades venezolanas.
Éste es además el segundo gran cargamento de cocaína decomisado en poco más de un año en otro país en un avión procedente de Venezuela. Como se recordará el 12 de agosto de 2012 fue interceptado un cargamento con 1,4 toneladas de cocaína que transportaba a las Islas Canarias una avioneta modelo Bombarder que salió del Aeropuerto Internacional Arturo Michelena- Valencia, estado Carabobo. Este caso por el que fueron detenidos y pasados a juicio ocho efectivos militares y ocho civiles, habría ocasionado la ruptura entre dos “grandes” del chavismo, el actual gobernador de Aragua, Tareck al Aissami y el ex ministro de Finanzas, Rafael Isea, de quien se dice está actualmente cooperando con la DEA y que algunos insinúan habría dado el dato del cargamento de Air France.
Estos son apenas dos partes de un sin fin de decomisos recurrentes en embarcaciones procedentes de Venezuela, en aguas territoriales o de otros países.
Otras evidencias de la ingente penetración del narcotráfico es el incremento del “ajuste de cuentas”, convertido éste en la principal causa de la alta tasa de homicidios en el país, según informe publicado por la Comisión Presidencial para el Desarme en marzo de 2012, la cual afecta a las clases sociales de más bajos recursos que son sometidas entre otras felonías al microtráfico de drogas.
Nada es gratuito en esta lamentable situación que vincula al país como vía del tráfico de estupefacientes. Esto es consecuencia directa del acercamiento del gobierno con grupos narcoterroristas, especialmente con las FARC, cuyos cabecillas y miembros hacen vida libre en el país; de la impunidad que se brinda a los delincuentes, en especial a todo el que vista uniforme militar y sea cercano a algún dirigente de rojo; y de haber entregado la industria petroquímica, los puertos y aeropuertos al “imperio cubano”. Pero también es causa directa del relajamiento en la lucha antidrogas, que llevó a Hugo Chávez a suspender en 2005 la cooperación de Venezuela con la DEA (la policía antidrogas de los Estados Unidos), así como no aceptar ningún tipo de regulación ni control en esa materia, usando la excusa de la defensa de la soberanía y la independencia nacional.
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