La intención de los inversionistas es hacer de BlackBerry una empresa privada
El fabricante de teléfonos inteligentes canadiense BlackBerry anunció que llegó a un principio de acuerdo para la venta de la compañía por un consorcio liderado por su mayor accionista, Fairfax Financial Holdings, por US$4.700 millones.
La intención de los inversionistas es hacer de BlackBerry una empresa privada, lo que le permitiría acelerar la adopción de decisiones estratégicas con las cuales restructurar la firma, que sigue en problemas pese a las esperanzas que había puesto en el lanzamiento de sus nuevos teléfonos Z10 y Q10.
"Creemos que esto abrirá un excitante nuevo capítulo privado para BlackBerry, sus clientes, asociados y empleados. Podemos ofrecerles valor inmediato a los accionistas mientras continuamos con una estrategia a largo plazo en una compañía privada", dijo en un comunicado Prem Watsa, jefe ejecutivo de Fairfax.
El anuncio se produce tan solo días después de que BlackBerry anunciara una reducción del 40% de su fuerza global de trabajo, para contrarrestar las grandes pérdidas del grupo y a pocas semanas de que creara un comité especial para buscar opciones estratégicas, entre las que incluía establecer nueva asociaciones, la fragmentación de la empresa o su venta inmediata.
El precio de US$9 por acción acordado con Fairfax es menor al que registraron las últimas transacciones de la empresa canadiense en la bolsa antes del anuncio de los despidos.
En su momento de gloria, la hoy venida a menos compañía llegó a valer US$83.000 millones, cuando su acción se cotizaba a US$140.
Fortalezas que quedan
Tras haber sido pionero y líder en el desarrollo de teléfonos inteligentes centrados en los negocios a principios de la década, BlackBerry se fue rezagando tecnológicamente frente a otros competidores como el iPhone, primero, y los aparatos Android, posteriormente.
Los aparatos de la compañía se fueron haciendo obsoletos, poco versátiles y terminaron perdiendo su atractivo, aunque siguieron conservando el aspecto de seguridad que ha ayudado a mantener la fidelidad de muchos clientes corporativos.
Sin embargo, el muy pospuesto lanzamiento de sus nuevos aparatos Z10 y Q10 y otros basados en un nuevo sistema operativo no lograron revertir las tendencias y sus ventas no cumplieron las expectativas de los responsables de la empresa.
"No es que lo nuevos teléfonos inteligentes (de BlackBerry) no sean buenos, sino que llegaron muy tarde mercado", explica Leo Kelion, experto en tecnología de la BBC.
"Blackberry es capaz de ofrecer dispositivos que hacen actualizaciones atractivas para sus fieles seguidores, pero los consumidores y las empresas que cambiaron de plataforma no ven razones para volver", asegura.
Los analistas del mercado de teléfonos inteligentes estiman que el valor de BlackBerry no está ya en sus teléfonos sino en las patentes que tiene, un nicho interesante para muchos inversionistas por la seguridad que pueden ofrecer mientras los competidores siguen transados en demandas y contrademandas por supuestos robos de ideas y sistemas.
La eventual venta de BlackBerry, que deberá ser aprobada en noviembre, la pondría en la ruta que ya recorrieron otros exgigantes de la industria, como Nokia, adquirida hace pocas semanas por Microsoft por US$7.200 millones, y Motorola, cuya división de tecnología móvil, la compró el año pasado Google por US$12.400 millones.
BlackBerry llegó a tener una posición tan dominante en el mercado y generó tanto fanatismo entre sus usuarios que era calificado como "CrackBerry", por lo adictivo que resultaba su uso.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, dependía tanto de su teléfono BlackBerry que el Servicio Secreto tuvo que adaptar uno con sistemas adicionales de seguridad para que pudiera seguir comunicándose con su equipo de trabajo y su familia.
BBCMundo
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