Crisis económica pone a Maduro contra la pared. En los mercados está el espejo de la dura realidad. La cada vez más aguda escasez de productos acentúa la hostilidad de los venezolanos hacia el Gobierno. La inflación se ha convertido en el otro gran enemigo, pues los ciudadanos ven disminuir su calidad de vida
HÉCTOR LANDAETA/TalCualDigital
Cuenta con una gigantesca renta petrolera y el control casi absoluto de los poderes del Estado, pero la Revolución Bolivariana bajo el liderazgo de Nicolás Maduro hace aguas, con niveles de impopularidad que superan el 60 por ciento y fricciones internas que amenazan la integridad estructural del movimiento.
Analistas consultados por el Nuevo Herald de Miami dijeron que Maduro ha perdido el capital político acumulado por el fallecido presidente Hugo Chávez de manera impresionante, en momentos en que la crisis económica y cada vez más aguda escasez de productos acentúa la hostilidad de los venezolanos hacia el régimen y aumenta las dudas entre los distintos sectores del chavismo sobre su capacidad de mantener a flote el proyecto bolivariano.
"El deterioro en el apoyo de Maduro es realmente impresionante, no ha podido conservar el liderazgo que Chávez, aunque golpeado en los últimos tiempos, tenía", comentó Carlos Blanco, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Boston.
La realidad de Venezuela está provocando un desconcierto creciente en los venezolanos que se preguntan cómo un país con el ingreso mil millonario que tiene como producto de la renta petrolera no sea capaz de resolver problemas como de la terrible escasez que asedia diariamente a los consumidores, que deben hacer largas colas, al mejor estilo cubano, para conseguir los productos básicos de la canasta alimentaria.
Pero al mismo tiempo, la inflación se ha convertido en el otro enemigo poderoso de la economía pues los ciudadanos ven disminuir progresivamente su calidad de vida al mismo tiempo que cae su capacidad de compra; habida cuenta de una espiral inflacionaria que se proyecta por encima del cuarenta por ciento para este año, la primera en toda el continente americano hasta hoy y una de las cinco más elevadas del mundo.
"Están funcionando ya con horizontes de muy corto plazo. Están en una operación de supervivencia. El buque está haciendo aguas por todos lados", señaló el profesor Blanco.
La caída de popularidad del gobernante venezolano está siendo revelada por la mayoría de las encuestadoras, las cercanas al gobierno y las vinculadas con la oposición.
La más reciente de ellas, elaborada por la firma Alfredo Keller y Asociados, mostró que la oposición continúa consolidándose como la mayoría en el país, con niveles de aceptación del 42 por ciento, mientras que el chavismo se deteriora colocándose en 34 por ciento.
De la misma manera, el sondeo muestra que crece el pesimismo de los venezolanos frente al futuro del país, con un 61 por ciento, un porcentaje que percibe que la situación va de mal en peor, mientras que 39 por ciento estima que va bien, o está mejorando.
Otras encuestas colocan la desaprobación de la gestión de Maduro ligeramente por encima del 60 por ciento.
Los expertos dijeron que la popularidad de Maduro está siendo duramente golpeada por la crisis económica que atraviesa el país, que aun cuando fue provocada por las decisiones de Chávez es Maduro el que está pagando el costo político de los desaciertos de su antecesor.
Y a diferencia de lo que sucedía con Chávez, Maduro no cuenta con el liderazgo o el carisma que tenía el fallecido mandatario para salir exonerado del peso de sus fracasos.
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