Hoy Nicolás, siguiendo el camino que le dejó papá Chávez, lleva el país de imperio en imperio, pues mientras le achaca la culpa de todos nuestros males a Estados Unidos, se somete sin escrúpulo alguno a China, el imperio asiático que se posiciona en el mundo.
SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Hace un tiempo nuestro pueblo, entre otros, andaba de abismo en abismo, como dijera el comandante eterno. Hoy Nicolás, siguiendo el camino que le dejó papá Chávez, lleva el país de imperio en imperio, pues mientras le achaca la culpa de todos nuestros males a Estados Unidos (por cierto el único país que nos paga cash el petróleo que le vendemos), se somete sin escrúpulo alguno a China, el imperio asiático que se posiciona en el mundo.
Beijing es por estos tiempos el prestamista que descubrió su mina de oro en esta Tierra de Gracia donde brotan los petrodólares a diario desde el subsuelo y de los cuales buena parte va a parar a manos del exigente cobrador asiático a cambio de favores recibidos.
De los 700 mil barriles de petróleo que se van diariamente a China 300 mil son para amortizar la deuda creciente. Hoy Nicolás está firmando otro préstamo por 5 mil millones de dólares en las entrañas del dragón, y otrosacuerdos para llegar a cerca de cuatrocientos documentos comprometidos con la China, que ahora extiende sus agallas hacia la Faja Petrolífera del Orinoco, aunque al paso que vamos el Gobierno revolucionario quizás tenga que entregarle en pocos años ese lomito petrolero para pagar la deuda. EnVenezuela ya hay 315 empresas chinas constituidas.
Y es así como Nicolás sigue pidiendo dólares a la caja chica en Beijing y los asiáticos se consolidan como el gran prestamista de la revolución, con todo lo que implica la dureza con que los agiotistas tratan a sus acreedores, a quienes les exprimen el último suspiro de vida hasta que paguen las deudas. Y no hay hoy en el mundo la posibilidad de liberarse de este poderoso prestamista y sus reglas.
No se le puede liquidar como a la abuelita que prestaba dinero en la novelaCrimen y Castigo de Fedor Dostoievski.
Quien más le debe al nuevo imperio es justo nuestro viejo imperio, Estados Unidos, que siente a China pisándole los talones para convertirse en pocos años en la primera potencia económica CAPITALISTA del mundo.
El pregonado comunismo chino se mantiene solo en el actuar político, parareprimir las libertades que puedan perturbar el capitalismo salvaje del nuevo imperio que encabeza el presidente Xi Jinping.
No hay comentarios:
Publicar un comentario