Lo de Nicolás Maduro con Fedecámaras parece un amor incomprendido. Ayer celebraba que Jorge Roig, presidente del gremio de empresarios estuviese en un encuentro económico al que llamó a varios sectores
Lo de Nicolás Maduro con Fedecámaras parece un amor incomprendido. De esos de adolescentes que deshojan la margarita. Un día los quiere y otro no. Ayer celebraba que Jorge Roig, presidente del gremio de empresarios estuviese en un encuentro económico al que llamó a varios sectores, reconocía que había estado en otras citas también.
Sin embargo, el martes en la noche pedía a sus seguidores en su programa radial "No se pongan a oír a Jorge Roig". Así las cosas con Maduro, que hace supuestos llamados al diálogo. Se le ven las costuras
Cort. TalCualDigital
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